La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda el consumo de frutas para cuidar no solo la salud del corazón, sino además otras áreas del cuerpo; al menos una ingesta diaria de 400 gramos de frutas y verduras ayuda al organismo a asimilar sus aportes nutricionales.
La importancia de su consumo de se a que ayuda a prevenir el desarrollo de diversas afecciones y por ello no deberían faltar en la dieta diaria. La Fundación Española del Corazón indica que hay investigaciones en las que se ha determinado que una dieta rica en frutas y verduras eleva las concentraciones de potasio y magnesio, que protegen contra los trastornos del ritmo cardíaco, al tiempo que se reduce la ingesta de sodio, cuya asociación con la hipertensión arterial está suficientemente demostrada.
El kiwi para el sistema inmune y la salud cardiovascular
Dentro de las opciones que más aporta en el sistema inmune y la salud cardiovascular es el kiwi, el cual ofrece numerosos beneficios que pocos conocen. Se trata de una fruta que tiene un nivel calórico bajo y su porcentaje de agua es muy alto, por lo cual tiene un efecto diurético natural para la eliminación de grasas y toxinas, además de proporcionar sensación de saciedad gracias a la fibra soluble que contiene.
El kiwi contiene compuestos nutricionales como la fibra; vitaminas A, C y E; potasio; magnesio; calcio, y cobre. Además, contiene en menor cantidad vitaminas del grupo B, proteínas, muy pocas grasas y carbohidratos. Junto a las vitaminas que se encuentran en esta fruta, se suma una buena proporción de minerales como calcio, potasio y magnesio, que son una combinación beneficiosa para la salud ósea y cardiovascular.
“De entre todas las vitaminas que aporta el kiwi, la más remarcable es la C. En concreto, una pieza contiene alrededor de 50 miligramos. Esto representa cerca del 60 % del total diario recomendado para un adulto”, precisó el sitio web Mejor con Salud.
Otro de los grandes beneficios que tiene el kiwi es en la digestión. La combinación de la fibra, sus polifenoles y una enzima digestiva llamada actinidina lo convierten en un alimento especial para la salud digestiva.
Por su parte, la actinidina ayuda a digerir las proteínas de otros alimentos; por eso, comer kiwi como postre después de una comida pesada contribuye a prevenir la formación de gases, la pesadez y la gastritis. Por si fuera poco, se considera adecuado para personas con síndrome de colon irritable y para personas con molestias digestivas.