El colesterol es una sustancia serosa que es necesaria para el cuerpo, pero que en exceso puede ocasionar daños cardiovasculares. Sin embargo, esta no es la única sustancia indispensable en el cuerpo, también están los triglicéridos, que son otro tipo de grasa que se debe controlar para evitar daños en organismo.
Como tal, ambas son grasas que cumplen diferentes funciones. Por una parte, los triglicéridos son los que aportan energía al cuerpo, mientras que el colesterol es el encargado de participar en la producción de hormonas, sobre todo en las mujeres, y también se encarga de sintetizar los ácidos biliares esenciales para la digestión y la absorción de grasas.
Por lo general, cuando estas sustancias se encuentran en cantidades excesivas en el cuerpo, se debe a factores como la edad, el sexo, la alimentación u otras condiciones de salud como el sobrepeso o la obesidad. Respecto a la alimentación, los expertos en salud del portal web Fundación Hipercolesterolemia Familia señalan que son tres los elementos que pueden alterar los niveles de colesterol en sangre: la grasa saturada, los ácidos grasos ‘trans’ y los alimentos ricos en colesterol.
De esta manera, es esencial cuidar los hábitos de vida para mantener los niveles adecuados de colesterol y triglicéridos en sangre. Por ello, el portal web Cocina Vital destaca las propiedades de los garbanzos, una legumbre rica en micronutrientes como el calcio, hierro, proteínas, fibra y triptófano. Del mismo modo, es un alimento rico en lecitina, una grasa vegetal que favorece la expulsión del colesterol malo y los triglicéridos altos en sangre.
Asimismo, este es un alimento muy recomendado, pues ayuda a reducir la absorción de colesterol en el intestino, dado que es una legumbre rica en antioxidantes, saponinas y fibras solubles, las cuales ayudan a reducir el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares como un accidente cerebrovascular, un infarto, entre otras.
¿Cómo consumir este superalimento?
La forma correcta de consumir este alimento es cocinándolos en una olla y cubrirlos con agua, dejándolos en remojo durante toda la noche. Se dice que esto ayuda a hidratarlos y a la vez ablandarlos para que demoren menos tiempo en cocinarse. Lo ideal es agregar a esto una cucharada de bicarbonato de sodio para ayudar en el proceso.
Pasada la noche, se prepara un sofrito con los condimentos que se deseen utilizar, agregando así los garbanzos en remojo y colocándoles el doble de agua. Esto se debe cocinar a fuego alto hasta que hierva y luego disminuir a fuego medio para que se cocinen por 45 minutos.
“Una opción más rápida para cocinarlos es utilizando una olla de presión, en caso se tenga en casa, de esta forma podrían ser cocinados directamente durante 1 hora aproximadamente; o si se dejan en remojo, tan solo bastarán algunos minutos para que estén listos”, indica Tua Saúde.
Otros beneficios de los garbanzos
- Fortalecen el sistema inmune: gracias a su alto contenido de vitamina E y A, ayudan a aumentar las defensas del cuerpo.
- Mantiene la salud muscular: al ser un alimento rico en proteínas, es una excelente opción para quienes no consumen proteínas de origen animal y desean tener mayor masa muscular.
- Combate la depresión: su contenido de triptófano, que es un aminoácido, estimula la producción de hormonas del bienestar.
- Mantiene la salud de los huesos: su alto contenido de calcio, fósforo y magnesio ayudan a prevenir enfermedades como la osteoporosis u osteopenia.
- Regula el azúcar en sangre: su aporte en fibras y proteínas, mejoran la asimilación de la glucosa en sangre.