Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la artritis es una enfermedad que comprende por lo menos más de 100 tipos, siendo las más conocidas la artritis reumatoide y la artrosis. No obstante, no se puede desconocer la gota, el lupus y la fibromialgia.
Según explica, los síntomas comunes de esta enfermedad suelen ser inflamación, dolor y rigidez en las articulaciones, por lo cual es importante consultar y seguir el tratamiento médico.
Los factores de riesgo más relevantes son los antecedentes familiares, la obesidad, el envejecimiento, entre otros, teniendo en cuenta que las mujeres son más propensas, sin que los hombres estén exentos.
Es importante acudir con un especialista porque la artritis grave afecta las manos, las muñecas —y otras partes del cuerpo—, dificultando la calidad de vida de una persona porque es progresiva, lo que quiere decir que conlleva la malformación de huesos, según sea el caso.
Osteoartritis (OA)
La Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados unidos (MedlinePlus) explica que este tipo de artritis solo afecta las articulaciones, generalmente de las rodillas, el cuello, las caderas y las manos.
En esta afección el desgaste del cartílago es el que provoca la inflamación y dolor en la articulación porque los huesos quedan descubiertos, es decir, ”se frotan entre sí”. Por eso, asegura que esta enfermedad no tiene cura y suele empeorar con el tiempo.
De acuerdo con los CDC, esta enfermedad “afecta a más de 32,5 millones de adultos estadounidenses”, por lo cual dentro del tratamiento se incluyen elementos de asistencia como bastones o muletas, terapias e incluso medicamentos para el dolor.
Artritis reumatoide
Los National Institutes Health (NIH) la definen como una enfermedad crónica que, al igual que las otras, causa dolor e inflamación en las articulaciones, por lo que se pierden ciertas funciones como las del movimiento.
Considera que este tipo de artritis es un trastorno autoinmune, es decir, que el cuerpo agrede los tejidos del organismo. “Por lo general, el sistema inmunitario ayuda a proteger al cuerpo de infecciones y enfermedades”, precisa.
Además, los NIH precisan que esta enfermedad debe recibir tratamiento porque, de lo contrario, afectaría más articulaciones y sería incapacitante. También, otros síntomas pueden agravarla, como el estrés o “la suspensión repentina de medicamentos”.
En este sentido, la creencia popular manifiesta que la planta Lei Gong Teng, o como también se le conoce “vid del dios del trueno”, tiene propiedades tales que pueden colaborar con el tratamiento de la artritis.
¿Una planta ‘poderosa’?
Según un artículo publicado por Pubmed, titulado Inmunosupresión tradicional: Lei Gong Teng en la medicina moderna, explica que Lei Gong Teng es una planta medicinal que tiene una historia en la medicina herbaria tradicional china, ya que está compuesta de propiedades antiinflamatorias, teniendo en cuenta que fue analizada científicamente tras su uso moderno.
Por ejemplo, Hipertextual cita un estudio elaborado por la Universidad de Minnesota que demuestra los efectos de esta planta para combatir las células tumorales que crecen en el páncreas.
Los resultados se recogieron a través de una investigación llevada a cabo en ratones, que 40 días después de haber terminado el tratamiento con base en el extracto de esta hierba, no se encontró dichas células malignas.
Asimismo, la organización Johns Hopkins menciona otro artículo publicado en Nature Chemical Biology que sugiere que el extracto de esta planta es supuestamente útil para el tratamiento de varias enfermedades, entre ellas, la artritis reumatoide porque “actúa bloqueando genes. Maquinaria de control en la celda”.
Lo anterior, posiblemente lo logra porque su ingrediente activo es la triptolida (Tripterygium Wilfordii) eficaz para este tipo de afecciones.
Sin embargo, antes de un consumo regular o remedio casero con base en esta planta, es importante consultar con un profesional de la salud y conocer los posibles riesgos y contraindicaciones, porque de acuerdo con MedlinePlus, las hierbas medicinales no necesariamente son “seguras” aunque son “naturales” porque no están comprobadas como los medicamentos.