Uno de los problemas que afecta el sistema urinario son las piedras en los riñones, que también se conoce como cálculos renales, masas sólidas que se forman en este órgano del cuerpo creando partículas, es decir minerales o sales ácidas, que la orina contiene y que habitualmente van disueltas y se cristalizan.

Los cálculos son depósitos duros de sales y minerales que se forman en los riñones. Para ser expulsados del organismo deben viajar a través del tracto urinario para salir del cuerpo, un proceso que suele resultar doloroso.

Para eliminar los cálculos renales, el portal Healthline advierte que se debe consultar previamente con el médico “antes de comenzar con cualquiera de los remedios caseros”, para evitar complicaciones mayores.

Según el mencionado portal, se recomienda “tomar 12 vasos de agua por día en lugar de los ocho habituales”, además indica que “una vez que la piedra haya sido expulsada, se debe seguir bebiendo de 8 a 12 vasos de agua cada día”, pues la deshidratación es uno de los “principales factores de riesgo para la formación de cálculos renales”.

Los riñones cumplen una tarea fundamental para la buena salud del cuerpo. | Foto: Getty Images/iStockphoto

También, los expertos de Healthline advierten que la orina debe ser “clara, de color amarillo pálido. La orina de color amarillo oscuro es una señal de deshidratación”. Cuando esto sucede, la persona puede presentar algunos síntomas como:

  • Dolor: el dolor que provoca la salida de un cálculo renal a través de los conductos que sacan la orina del riñón (uréteres y uretra) es de los más terribles que una persona puede sufrir, por lo tanto, siempre se termina recurriendo a un centro de salud. Este dolor suele acompañarse de febrícula (temperatura corporal puede oscilar entre 37,5 y 38 °C), estreñimiento, náuseas y vómitos.
Las plantas medicinales ayudan a expulsar piedras de los riñones. | Foto: Getty Images
  • Infecciones urinarias repetitivas: puede que la persona tenga arenilla o algún cálculo y que, por ello, sea más propensa a tener ardor al orinar, sensación de que no ha terminado, orinar en pequeñas cantidades, dolor en la zona baja del abdomen o ganas de orinar permanentemente.
  • Sangrado al orinar.

Por eso, es importante consumir vitaminas de forma regular, pero moderadamente. En total, existen 13 vitaminas esenciales: A, B1 (tiamina), B2 (riboflavina), B3 (niacina), B6 (piridoxina), B12 (cianocobalamina), C, D, E, K, Folato (ácido fólico y B9), Ácido patoténico (B5), Biotina (B7) y Folato (ácido fólico o B9).

En algunas oportunidades, médicos o nutricionistas recomiendan el consumo de suplementos tanto de vitaminas como de minerales, cuando detectan, durante chequeos, que una persona tiene algún déficit.

Estas sustancias se obtienen básicamente al ingerir alimentos, en especial frutas y verduras. Cada uno de estos poseen nutrientes y propiedades que son importantes para el organismo e incluso contienen aportes fundamentales para evitar o tratar enfermedades. Por ello, Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, destaca la importancia de la vitamina B6, un nutriente hidrosoluble que se disuelve en agua, por lo que el cuerpo no las puede almacenar.

A su vez, la fuente citada destacó que su ingesta, sola o junto con magnesio, “puede disminuir el riesgo de cálculos renales, especialmente en personas con una enfermedad hereditaria que causa cálculos renales”.

Alimentos ricos en vitamina B6

  • El Atún y el salmón.
Las vitaminas B son solubles en agua, por lo que es poco probable que se consuma demasiado solo a través de la dieta o tomando un suplemento. | Foto: Getty Images
  • El Banano.
  • Las legumbres (fríjoles secos).
  • La carne de res y de cerdo.
  • Las nueces.
  • La carne de aves.
  • Los garbanzos.

Es importante recordar que esta vitamina se debe consumir en cantidades moderadas, porque de lo contrario, se pueden generar síntomas como dificultad para coordinar el movimiento, entumecimiento, cambios sensoriales, confusión, depresión, irritabilidad, úlceras en la boca y la lengua también conocidas como glositis y neuropatía periférica.