La Organización Mundial de la Salud (OMS) explica que la diabetes es una enfermedad crónica y metabólica que se relaciona con los altos niveles de azúcar en el torrente sanguíneo, que con el tiempo provoca daños en los vasos sanguíneos, los riñones y los nervios.
Además, es un factor de riesgo común para el desarrollo de muchas enfermedades, por lo que es importante siempre consultar con un profesional de la salud y seguir sus instrucciones dentro de un tratamiento.
No obstante, cabe aclarar que de acuerdo con la Clínica Mayo, la diabetes tipo 1 no es prevenible; mientras que la tipo 2 se puede reducir el riesgo con cambios en el estilo de vida.
La organización internacional comenta que por lo menos 422 millones de personas alrededor del mundo tienen un diagnóstico de diabetes, registrando 244.084 muertes anuales. “El punto de partida para vivir bien con diabetes es un diagnóstico temprano: cuanto más tiempo viva una persona con diabetes no diagnosticada y no tratada, es probable que sus resultados de salud sean peores”, añade la OMS en su informe.
De ahí que dentro de su prevención es importante llevar a cabo rutinas físicas de por lo menos 30 minutos donde se destaquen los ejercicios aeróbicos como caminar, nadar y trotar, indica la Clínica. Sin embargo, también es posible llevar a cabo aquellos que son de fortalecimiento.
A la lista para la prevención de diabetes —según el centro especializado— se suma el consumo de alimentos que tienen un bajo índice de grasa y calorías, pero con un alto aporte en fibra, todo para controlar los niveles de azúcar y el peso corporal.
“En 2016, el 39 % de las personas adultas de 18 o más años tenían sobrepeso, y el 13 % eran obesas”, manifiesta la OMS.
Vitamina que se debe consumir para evitar la diabetes tipo 2
Un estudio citado por la Fundación Española del Corazón, publicado en Diabetes Care concluye que las personas que tienen “reservas de vitamina D”, reducen el riesgo de diabetes tipo 2 gracia a las acciones antiinflamatorias que presenta.
Por otro lado, Vida Lúcida explica que algunas investigaciones señalan que la vitamina D combate la prediabetes porque incrementa la asimilación del azúcar en la sangre.
Cabe recordar que la diabetes tipo 1 se debe a la no producción del páncreas de insulina; mientras que el tipo 2 es la resistencia de las células a ella.
De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), “la prediabetes es una afección grave en la que los niveles de azúcar en la sangre son más altos que lo normal, pero todavía no han llegado a niveles lo suficientemente altos para que se diagnostique diabetes tipo 2.″.
Vitamina D
La Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos (MedlinePlus) apunta que este nutriente es liposoluble, es decir, que se puede disolver en grasa —por ejemplo—. El cuerpo la almacena, por lo que se obtiene a través del consumo de ciertos alimentos y tras la exposición al sol.
La institución explica que entre los alimentos que son ricos en vitamina D se encuentran los huevos, la leche, el pescado y el hígado. Sin embargo, la falta de ella puede provocar osteoporosis, raquitismo y debilitamiento muscular, entre otras enfermedades.
Además, según indica el Instituto del Sueño, en su sede de Madrid, la vitamina D tiene un efecto antiinflamatorio que puede reducir las probabilidades del desarrollo de enfermedades crónicas, que tal y como lo señalan algunos estudios, cuando hay un déficit, inician los problemas en el sueño, no solo en su calidad.