Durante los últimos años, la proteína de soja se ha llevado la batuta en cuanto a alimentos saludables, gracias a sus numerosos beneficios. Este alimento de origen vegetal es una completa fuente de aminoácidos esenciales que inciden de forma positiva en funciones vitales para el organismo.
En concreto, es una proteína de alta calidad que se obtiene de las habas de soja. Se distingue por ser la principal fuente de aminoácidos vegetales, siendo ideal para remplazar los alimentos proteicos de origen natural.
Ahora bien, su consumo es eficaz para el mantenimiento y restauración de los músculos tras el entrenamiento físico, lo cual favorece la formación de masa muscular. Además, es de alto valor energético y apoya funciones importantes como la síntesis de hormonas y absorción de nutrientes, según el portal Mejor con Salud.
Además, gracias a su contenido de lecitina, esta proteína vegetal puede ayudar a controlar los niveles altos de colesterol. De hecho, aumenta la segregación de colesterol bueno (HDL) reconocido por su capacidad para remover los lípidos dañinos de las arterias
Un estudio publicado en American Journal of Clinical Nutrition señala que la soja puede ser buena para reducir el colesterol. Aunque estudios previos habían sugerido que la soja reduciría el colesterol solo en los organismos que pueden convertirla en un compuesto similar al estrógeno llamado equol, una nueva investigación indica que podría beneficiar a mucha más gente.
Un equipo de Canadá halló que la dieta rica en isoflavonas reducía el colesterol “malo” o LDL casi por igual en los “productores de equol” y en los que no lo eran. Sin embargo, los primeros mantuvieron los niveles previos de colesterol “bueno” o HDL, mientras que en los no productores también se redujo.
Para los autores, esos fueron cambios grandes, según publican en American Journal of Clinical Nutrition, aunque lo más probable es que se deba a que uno de los estudios analizó también la reducción del peso, lo que influiría en los resultados.
Tras una revisión de 22 ensayos aleatorios en el 2006, la Comisión de Nutrición de la AHA llegó a la conclusión de que la reducción del colesterol LDL observada había sido relativamente pequeña dada la cantidad diaria de soja que una persona debería consumir para lograrla.
“Desde el punto de vista práctico, a menos que la persona consuma a diario gran cantidad de soja (…) es poco probable que pueda sostener ese hábito alimentario”, indicó Alice Lichtenstein, autora del estudio publicado entonces en Circulation e investigadora de Tufts University, Boston.
Lichtenstein, que no participó del nuevo estudio, dijo que los beneficios aparecen cuando una persona reemplaza alimentos poco saludables por productos de soja.
Kendall coincidió en que comer soja desplaza alimentos que favorecen la enfermedad cardíaca. “Al optar por una hamburguesa de soja, se reemplaza la hamburguesa de carne”, indicó. En general, opinó que la soja solamente debería ser una parte de la dieta para reducir el colesterol.
Cómo consumir la proteína de soja
- Para tomar lecitina de soja para el colesterol, se puede comenzar probando la leche de soja o utilizando salsa de soja como condimento para preparar las comidas.
- Otra manera de tomar lecitina de soja para el colesterol es consumiendo directamente brotes de soja. Incorporar los brotes a la alimentación es muy fácil, solo hay que añadirlo a ensaladas, pastas, guisos o utilizándolo como acompañamiento de carnes y otras preparaciones.
- También se puede tomar lecitina de soja mediante la solución preparada. Esta se puede encontrar en tiendas naturales o farmacias y, por lo general, existe en modo de cápsulas o granulada.
Cabe resaltar que antes de incorporar a la dieta la soja, se debe consultar con el médico especialista para que indique las dosis adecuadas, ya que cada organismo es diferente.