La mula, un animal que es usado para ejecutar trabajos duros, tiene una particularidad que pocos conocen. Es una especie híbrida que nació del cruce entre un burro macho y una yegua.
Debido a que los caballos y los burros son especies distintas, como lo detalla un artículo publicado en el portal especializado misanimales.com, su cruce hace que la mula sea estéril.
Además, cabe resaltar que cada uno de los mencionados anteriormente posee un número diferente de cromosomas. Los caballos cuentan con 64 y los burros con 62. Por consiguiente, las mulas nacen con 63 cromosomas.
Según escribe en el texto la bióloga Ana Díaz Maqueda, uno de cada mil millones de mulas son fértiles y existen pocos casos conocidos en los que se haya podido procrear la especie. Uno de los más recordados por la ciencia animal es el ocurrido en 1981 en China.
Allí, en la provincia de Henan, nació un potro híbrido de una mula negra, que fue bautizado y conocido en el mundo como Dragon Foal.
Tras el nacimiento, la comunidad científica comenzó a efectuar los análisis correspondientes para conocer de manera oficial los parientes del potro. Efectivamente, según se lee en el artículo, los resultados fueron contundentes y arrojaron que la madre era una mula y que poseía dos cromosomas X, uno de una yegua y el otro de un burro, sus padres.
Como conclusión, se descubrió que Dragon Foal sí tenía 62 cromosomas, la mitad de la mula y la otra mitad del burro que estuvo con ella. Además, con el paso del tiempo se pudo evidenciar que podía ejecutar todas las acciones de una mula.
El famoso “ceburro” que nació en Estados Unidos
Un “ceburro”, un insólito cruce de un burro y una cebra, atrajo en 2010 la atención en la Reserva Chestatee de vida silvestre en Dahlonega, después de haber nacido allí.
El animal, fruto del cruce de una cebra macho y un burro hembra, tiene rayas negras en lugares muy visibles en piernas y en el frente de la cabeza. CW Wathen, fundador y gerente general de la reserva, dijo que la potrilla parece tener un instinto de cebra.
Precisó que cuando descansa, la cría se sienta, en lugar de yacer de lado, como si se mantuviera alerta de los depredadores. Los burros y cebras no suelen aparearse, pero de vez en cuando lo hacen y crían “zedonks”, una palabra que en inglés trata de juntar las palabras correspondientes a cebra y burro (“zebra” y “donkey”).
Wathen dijo, en su momento, que solo le tomaría dos semanas, el “ceburro” para comenzar a explorar la reserva con el resto de los animales y adaptarse al nuevo hábitat.
Maltrato hacia esta importante especie
Debido a que las mulas son animales que pueden soportar altas cargas de peso y se adaptan de manera rápida a cualquier hábitat, sus dueños, en ocasiones, suelen no darles el cuidado que se merecen.
Horas extensas de trabajo, días sin comer o tomar agua son algunos de los maltratos que recibe esta especie. Además, debido a que su apariencia no es la mejor y no tiene la estética de los caballos, suele ser irrespetada en la comunidad donde vive.