La diabetes, enfermedad en que los niveles de glucosa en la sangre son muy elevados, puede suponer un riesgo a la hora de desarrollar otras enfermedades y complicaciones derivadas de ésta como, por ejemplo, la hipertensión arterial.

Según expertos, la hipertensión en personas con diabetes también puede facilitar el desarrollo problemas cardiovasculares. El Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de Estados Unidos segura que los niveles altos de glucosa en la sangre causan problemas como: enfermedades del corazón, accidentes cerebrovasculares, padecimientos en los riñones, problemas de los ojo, lesiones en los nervios y problemas de los pies.

Por su parte, cuando una persona sufre de tensión arterial alta, esto puede ocasionar daños cardiacos graves. El exceso de presión que ejerce la sangre en las arterias puede llevar a que éstas se endurezcan con lo que se reducirá el flujo de sangre y oxígeno que llega al corazón.

El aumento de la presión y la reducción del flujo sanguíneo pueden causar, por ejemplo, dolor torácico, infarto de miocardio, insuficiencia cardiaca y ritmo cardiaco irregular, según información de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Estos dos padecimientos tienen la característica de ser crónicos y si bien no hay tratamiento que los cure, lo que sí se puede hacer es adoptar estilos de vida que permitan mantenerlos controlados, además de realizar un tratamiento médico. La alimentación adecuada, junto con la práctica regular de ejercicio físico son determinantes para mantener bajo control estas enfermedades.

De manera complementaria también se puede recurrir al uso de remedios naturales que pueden ayudar en el control de este tipo de padecimientos, todo en el marco de hábitos saludables.

Dos de los productos que podrían ayudar en este propósito son la sábila y el nopal. El aloe vera ha sido utilizado por cientos de años para regular los niveles de azúcar en la sangre y combatir la diabetes.

“Existen diferentes tipos de diabetes según su gravedad y cada uno debe ser tratado de forma diferente. En este caso, el aloe vera servirá para tratar la diabetes tipo 2 y evitar que el paciente se vuelva dependiente de las inyecciones de insulina”, precisa el portal Mejor con Salud.

Según la mencionada fuente, el jugo de sábila puede ayudar a regular la glucosa en el torrente sanguíneo y, gracias a esto, mejorar la salud de las personas que sufren de diabetes. Esto se debe, entre otras razones, a que contiene glucomanano, que es una fibra dietética soluble clave para reducir los niveles de azúcar en la sangre.

La sábila también estimula la eliminación de toxinas del organismo, disminuyendo el exceso de azúcar en la sangre y puede ayudar a enfrentar otros problemas asociados con la diabetes como, por ejemplo, las úlceras, heridas o infecciones, debido a sus altos contenidos de antioxidantes y su acción antiinflamatoria.

En lo relacionado con la hipertensión, la sábila es rica en vitamina C que podría ayudar a dilatar los vasos sanguíneos, mejorar la elasticidad de las arterias y favorecer la circulación sanguínea y la oxigenación, según Mejor con Salud.

Por su parte, el nopal, también es promocionado por tratar la diabetes, el colesterol alto, la obesidad y la resaca y se le reconoce por sus propiedades antivirales y antiinflamatorias, según el instituto de investigación Mayo Clinic.

“Cierta evidencia preliminar demuestra que el cactus de higo chumbo puede reducir los niveles de azúcar en sangre en personas con diabetes tipo 2″, precisa la mencionada institución, la cual considera que si bien puede ser prematuro considerar al nopal como un superalimento, sí puede ser parte de una alimentación saludable.

Destaca por un alto contenido de fibra, antioxidantes y carotenoides por lo que puede ayudar a aliviar síntomas de diversas enfermedades, pero la recomendación es tomarlo con precaución pues en algunas personas puede generar efectos secundarios como diarrea, náuseas y aumento de las heces.

Si bien se trata de productos naturales, ante los impactos de salud generados por estas enfermedades, lo mejor es que las personas recurran al médico con el fin de determinar el tratamiento a seguir y de qué forma estos alimentos pueden complementarlo sin generar afectaciones.