A lo largo de los años se ha hecho énfasis en la importancia de alimentarse de manera sana, esto para prevenir un sinfín de enfermedades y para mantener al cuerpo sano y preparado, en dado caso de que se llegue a desencadenar alguna patología.
La recomendación es incluir en la dieta alimentos de todos los grupos en las cantidades adecuadas dependiendo de cada paciente y sus necesidades nutricionales. Entre los productos que no pueden faltar en a dieta se encuentran las proteínas, los carbohidratos en su estado natural o simples, las frutas, las verduras, las hortalizas, los frutos secos y las grasas saludables.
En medio de un plan de alimentación en donde se quiere promover la buena salud, deben eliminarse o consumirse de manera muy ocasional los productos ultraprocesados, cargados de grasa y azúcares o la llamada comida chatarra.
Entre los padecimientos que más afectan a la población a nivel mundial se destacan la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer. Algunas de ellas pueden desencadenarse cuando un paciente ha llevado una vida sedentaria y cargada de excesos, al abusar de lo que come, beber alcohol y fumar.
Diabetes: este padecimiento es catalogado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una enfermedad crónica. Cuando un paciente tiene esta enfermedad quiere decir que sus niveles de glucosa (azúcar) en la sangre se encuentran elevados.
Según explicó la entidad internacional mencionada anteriormente, cuando los niveles de esta sustancia en la sangre no se controlan, pueden ocasionar ceguera, insuficiencia renal, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y amputación de los miembros inferiores.
Colesterol: los niveles elevados de esta sustancia son el detonante de diversas patologías que afectan de manera directa la salud del corazón. El colesterol es un lípido que produce el cuerpo para llevar a cabo funciones como crear hormonas, vitamina D y células, el mismo organismo se encarga de producir las cantidades que necesita.
Sin embargo, cuando un paciente abusa de la ingesta de productos cargados en grasa, lo niveles de colesterol dentro de la sangre aumentan impidiendo que el líquido rojo y el oxígeno circule de manera adecuada, hacia otros órganos y partes del cuerpo, a largo plazo esto podría detonar en un infarto.
Cáncer: por su parte, el cáncer puede surgir en cualquier órgano o parte del cuerpo y se desarrolla cuando las células se multiplican de manera inadecuada y sin ningún tipo de control, según el Instituto Nacional del Cáncer (INC).
Las células cuando envejecen, se dañan o mueren y son reemplazadas por otras nuevas, cuando un paciente es diagnosticado con cáncer quiere decir que alguna de esas células no realizaron su labor habitual y en vez de ser reemplazada por otra se multiplicó. Estos átomos pueden formar lo que se conoce como tumores, los cuales pueden ser benignos o malignos.
El portal del Poder del Consumidor menciona la importancia de involucrar las semillas de calabaza en la dieta, ya que cuentan con propiedades nutricionales que incluso podrían prevenir los padecimientos antes mencionados, siempre y cuando se acompañen de una dieta equilibrada y de la práctica de ejercicio frecuente.
“Por la presencia de tocoferoles, compuestos fenólicos, entre otros compuestos fitoquímicos. Esta acción antioxidante permite contrarrestar la oxidación generada por radicales libres, protegiendo la integridad de nuestras células y con ello previniendo enfermedades como el cáncer, los padecimientos cardiovasculares e incluso la diabetes”.
La idea es consumir esta alimento a diario, para poder involucrarlas a la dieta se pueden adicionar a diversas preparaciones o productos como yogures, ensaladas, verduras, carnes e incluso se pueden comer solas, la idea es comprarlas naturales es decir que vengan sin sal y sin ningún tipo de ingrediente adicional.