Las semillas se caracterizan por aportar varios beneficios a la salud por sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, digestivas y antidiabéticas, entre otras.

De hecho, la semilla que ayuda a reducir el colesterol malo, combate la diabetes y ayuda a regenerar los huesos es la almendra, ya que posee compuestos bioactivos como los taninos y flavonoides, además de aportar fibras, proteínas, vitamina E, omegas y minerales como el potasio, magnesio, fósforo y calcio, según el portal portugués de salud, nutrición y bienestar, Tua Saúde.

Las almendras son de fácil acceso y se pueden llevar a prácticamente cualquier parte. | Foto: Getty Images/Image Source

Adicional, explicó que “la almendra tiene buenas cantidades de omega 3,6 y 9, que son grasas saludables con acción antiinflamatoria, que promueve la reducción de los niveles de colesterol “malo” LDL, en la sangre, ayudando a prevenir enfermedades cardiovasculares como infarto, angina y derrame”.

Además, indicó que “las almendras también son ricas en antioxidantes que evitan la oxidación de las células grasas, ayudando a equilibrar los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre”.

Entre tanto, el portal señaló que “las almendras son ricas en fibras, lo que ayuda a ralentizar la absorción de azúcar y a equilibrar los niveles de glucosa en sangre, favoreciendo el control de la diabetes. Al ser ricas en compuestos antioxidantes, como flavonoides y taninos, las almendras también mantienen la salud de las células del páncreas, responsables de la producción de la hormona insulina, previniendo la resistencia a la insulina y la diabetes”.

La almendra es el fruto del almendro. | Foto: Getty Images

De igual formal, Tua Saúde puntualizó que “la almendra es rica en fósforo y calcio, minerales que fortalecen y mantienen la salud de los huesos, ayudando en el tratamiento y en la prevención de la osteoporosis”.

Asimismo, agregó que “las almendras también son ricas en magnesio, un mineral importante para la formación y mantenimiento de la salud de los huesos, previniendo problemas como fracturas, osteopenia y osteoporosis”.

Respecto al consumo, hay que señalar que la cantidad ideal recomendada por día es de 30 gramos, que equivale a 25 unidades aproximadamente, y este fruto seco se puede consumir al natural, siendo recomendable darle prioridad a la versión que tiene piel, ya que contiene más antioxidantes y fibras.

Información nutricional por cada 100 g de almendras

  • Energía: 643 calorías.
  • Grasas: 56 g.
  • Carbohidratos: 7,2 g.
  • Proteínas: 21,6 g.
  • Fibras: 12 g.
  • Vitamina E: 24 mg.
  • Vitamina B1: 0,21 mg.
  • Vitamina B2: 0,75 mg.
  • Vitamina B3: 2,2 mg.
  • Vitamina B9: 49 mcg.
  • Calcio: 270 mg.
  • Potasio: 860 mg.
  • Magnesio: 260 mg.
  • Fósforo: 410 mg.
  • Hierro: 4 mg.
  • Zinc: 3,1 mg.

De todos modos, antes de consumir algún alimento, lo primero que hay que hacer es consultar al médico tratante o a un nutricionista para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas, ya que la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.

Origen de las almendras

Según la Fundación Española de la Nutrición (FEN) las almendras nacen del almendro, un árbol que alcanza hasta 10 metros de altura, y cuyas flores pueden ser de color blanco, rosado o blanco rosáceo.

“Dependiendo de las variedades, que pueden ser dulces o amargas, su sabor varía desde el suave lechoso hasta el amargo seco. Las almendras dulces, a diferencia de las amargas, son las que se consumen como fruto seco y comprenden dos variedades, de cáscara blanda y de cáscara dura. En cambio, todas las almendras amargas tienen cáscara dura”, señaló la fundación.

La almendra es un fruto seco que aporta diversos beneficios para la salud. | Foto: Getty Images

Además, agregó que “aparentemente, no se diferencian unas de otras, salvo en su tamaño, que es ligeramente mayor en las almendras dulces. Sí existe una clara diferencia en su sabor, ya que las almendras amargas, como su propio nombre indica, presentan un fuerte sabor amargo”.