El azúcar en la sangre, también llamado glucosa, es el azúcar principal que se encuentra en la sangre. Proviene de los alimentos que se consumen y es la principal fuente de energía, ya que la sangre lleva la glucosa a todas las células del cuerpo para ser usada como energía, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Sin embargo, cuando los niveles de glucosa (azúcar) de la sangre están muy altos, se puede padecer diabetes; la Organización Mundial de la Salud (OMS) explica los tipos que hay: la diabetes sacarina de tipo 2, que se debe a que el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce, y la sacarina de tipo 1, que se caracteriza por una producción deficiente de insulina y requiere la administración diaria de esta hormona.
Asimismo, según Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, la diabetes tipo 1 puede aparecer a cualquier edad, pero suele presentarse en la infancia o adolescencia; la diabetes tipo 2 (más frecuente) puede aparecer a cualquier edad, pero es más común en personas mayores de 40 años.
Por tal razón, se diagnostica diabetes si el nivel de glucosa en ayunas es de 126 mg/dl (7.0 mmol/L) o superior en dos exámenes diferentes y si se diagnostica se deben tener hábitos saludables para controlar la enfermedad. El portal Mejor con Salud aconsejó consumir semillas de mijo, ya que los polifenoles ayudan a mejorar la respuesta a la insulina y evitan los picos de glucemia.
De igual forma, las semillas de mijo tienen otras propiedades, pues previenen las enfermedades crónicas por sus antioxidantes y las cardiovasculares.
No obstante, al igual que con cualquier alimento que se quiera incluir en la dieta diaria, es importante consultar al médico tratante o a un nutricionista sobre cuál es la mejor manera de consumir, y si las condiciones médicas ya existentes no son un impedimento para beneficiarse de todas las propiedades del alimento ya nombrado, pues la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.
Por su parte, hay que señalar que el Ministerio de Salud reveló que entre el 7 % y el 9 % de la población adulta padece diabetes y por ello la OMS indicó que se ha demostrado que existen algunas medidas simples relacionadas con los hábitos que previenen eficazmente o que retrasan la aparición de la diabetes de tipo 2. Para ayudar a prevenir este tipo de diabetes y sus complicaciones se deben seguir estas conductas:
- Realizar actividad física. Las nuevas directrices de la OMS recomiendan por lo menos de 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa por semana para todos los adultos, incluidas las personas que viven con afecciones crónicas o discapacidad, y un promedio de 60 minutos al día para los niños y adolescentes.
- Tomar una alimentación saludable, sin azúcar ni grasas saturadas, y tener en cuenta que algunos alimentos que suben la insulina en la sangre son: chocolates, caramelos, mermeladas, miel, helados, gaseosas, alcohol, galletas dulces, comida rápida, harina de trigo refinada, cereales azucarados, entre otros.
Signos y síntomas de las diabetes tipo 1 y tipo 2
- Aumento de la sed.
- Micción frecuente.
- Hambre extrema.
- Pérdida de peso sin causa aparente.
- Presencia de cetonas en la orina (las cetonas son un subproducto de la descomposición de músculo y grasa que ocurre cuando no hay suficiente insulina disponible).
- Fatiga.
- Irritabilidad.
- Visión borrosa.
- Llagas que tardan en cicatrizar.
- Infecciones frecuentes, como infecciones en las encías o en la piel, e infecciones vaginales.