Las semillas se han convertido en una buena opción para incluir en una alimentación equilibrada. Le aportan al organismo una serie de nutrientes con los que ayudan a prevenir y aliviar diversas afecciones de salud.

Dentro de las muchas opciones están las semillas de calabaza. Este alimento es rico en minerales como zinc, potasio, hierro y magnesio, además de vitaminas A, C y B3. Gracias a estos componentes tienen ciertas propiedades que ayudan a combatir algunas patologías como la osteoporosis, el estrés, la ansiedad y las enfermedades del sistema digestivo.

Estas pequeñas pepas pueden consumirse enteras o trituradas, pudiendo ser incorporadas en las ensaladas o en la preparación de algunos alimentos y le ofrecen al cuerpo propiedades antiinflamatorias, antioxidantes, relajantes y digestivas, según el portal de estilo de vida unCOMO.

Las semillas de calabaza tienen propiedades antiinflamatorias. | Foto: Getty Images

Una de las bondades que se le atribuyen es que ayudan a mejorar la circulación de la sangre debido a que ofrecen beneficios como bajar el colesterol y controlar la presión arterial.

Buenas para la circulación

El portal de salud Tua Saúde asegura que estas semillas aportan diversos componentes como los fitoesteroles, magnesio, zinc y ácidos grasos poliinsaturados y monoinsaturados, que ayudan a disminuir los niveles de colesterol total y LDL “malo” y a controlar los niveles de azúcar en la sangre, ejerciendo un efecto cardioprotector y previniendo el surgimiento de enfermedades cardíacas, como un accidente cardiovascular o un infarto, por ejemplo. Al ayudar a controlar los lípidos que se acumulan en las arterias, previene la formación de placas y ayuda a que el fluido de la sangre sea normal.

De igual forma, gracias a sus altos contenidos de zinc, este alimento ayudaría a revertir los efectos de la hipertensión. “Cuando el cuerpo no recibe las cantidades necesarias de zinc, las arterias se ven afectadas porque pierden su elasticidad, lo cual terminará produciendo inflamación en las mismas”, precisa una publicación de la revista Mejor con Salud, escrita por Okairy Zuñiga.

Además, es fuente de potasio, mineral que contribuye a controlar los niveles de sodio en el organismo, facilitando su expulsión a través de la orina. El sodio elevado se relaciona con presión arterial alta.

Las semillas de calabaza tienen propiedades antioxidantes. | Foto: &#169 Lew Robertson

Al ser una muy buena fuente de ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados, incluyendo omega 3, las semillas de calabaza ayudan a la lipólisis y así se destruyen los depósitos de grasa que puedan formarse en las paredes de las arterias.

El consumo regular de estas semillas estimula los vasos sanguíneos y les aporta elasticidad a las venas y arterias, además de ayudar a prevenir coágulos, precisa información del portal Venosmil, el cual también asegura que estas semillas contribuyen para evitar la pesadez en las piernas, que muchas veces se genera como consecuencia de una mala circulación.

Otros beneficios

Las pipas de calabaza, como también se les llama a estas semillas, son un buen aliado para prevenir la hiperplasia benigna de la próstata, muy común en los hombres. Según unCOMO, ayudan a tratar la vejiga irritable y los problemas al orinar, asociados al agrandamiento de la próstata. Se cree que es debido a su alto contenido en esteroles y a la presencia de ciertas enzimas.

Las semillas de calabaza ayudan a dilatar los vasos sanguíneos. | Foto: Getty Images

Al ser ricas en hierro y zinc son buenas para fortalecer el sistema inmune. Además, debido a su alto contenido en hierro, hay quienes las recomiendan para personas que sufren de anemia.

¿Cómo consumirlas?

Lo primero que se debe hacer para poder consumir estas semillas es extraerlas de la calabaza, lavarlas y colocarlas en un plato para exponerlas al sol, con el fin de tostarlas. También se pueden poner alrededor de 30 minutos en una bandeja al horno, a un máximo de 75º C, hasta que queden doradas.

Según Tua Saúde, si se les quiere dar un sabor diferente, se les puede rociar un poco de aceite de oliva y una pizca de canela, jengibre, nuez moscada o sal.

Una vez tostadas se puede pueden consumir como cualquier otro fruto seco, con el fin de obtener sus beneficios saludables. Se pueden adicionar enteras a una ensalada, en la sopa o triturarlas y agregarlas a los cereales, al yogur o a un jugo de frutas. Para triturarlas, solo se requiere ponerlas en una licuadora o en un procesador de alimentos.