Los valores de azúcar en la sangre de 140 mg/dl o menores a las dos horas de comer se consideran normales; los valores de 140 a 199 mg/dl indican que se tiene prediabetes y los de 200 mg/dl o mayores indican que se tiene diabetes, de acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés).
Además, el Grupo Sanitas de España explica que cuando el metabolismo de la insulina no funciona correctamente, las células de los tejidos dejan de asimilar correctamente la glucosa y esta se acumula en la sangre.
De otro lado, la presión arterial es la fuerza que la sangre ejerce contra las paredes de las arterias, pero cuando la presión arterial se mantiene mucho tiempo alta, hace que el corazón bombee con más fuerza y trabaje demasiado, lo que puede ocasionar serios problemas de salud, como ataque cardiaco, accidente cerebrovascular, insuficiencia cardiaca, e insuficiencia renal, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Por tal razón, el portal portugués de salud, nutrición y bienestar Tua Saúde reveló que las semillas de chía son ideales para controlar la diabetes “debido al alto contenido en fibra. Además, la chía es capaz de evitar el aumento rápido de la glucemia, controlando la cantidad de azúcar en la sangre, lo que es excelente para controlar la diabetes tipo 1 y tipo 2. Asimismo, reduce el índice glucémico alimentos, debido a su contenido de fibras, disminuyendo la sensación de ansiedad y de hambre repentina”.
Adicional, explicó que “la chía posee una buena cantidad de fibras insolubles, es decir, que no se disuelven en el agua, y por esto, cuando se consume puede ayudar a eliminar la grasa presente en la alimentación, siendo eliminada naturalmente por las heces”.
Información nutricional por 100 gramos de semillas de chía
- Calorías: 371 kcal
- Proteínas: 21,2 g
- Carbohidratos: 42 g
- Grasas Totales: 31,6 g
- Grasas Saturadas: 3,2 g
- Grasas Poliinsaturadas: 25,6 g
- Omega- 3: 19,8 g
- Omega- 6: 5,8 g
- Vitamina A: 49,2 UI
- Calcio: 556,8 mg
- Fósforo: 750,8 mg
- Magnesio: 326 mg
- Zinc: 44,5 mg
- Potasio: 666,8 mg
- Ferro: 6,28 mg
- Fibras Totales: 41,2 g
- Fibras Solubles: 5,3 g
- Fibras Insolubles: 35,9 g
De todos modos, antes de consumir algún alimento lo primero que hay que hacer es consultar al médico tratante o a un nutricionista para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas, ya que la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.
Por su parte, existen otros hábitos para reducir los niveles de azúcar y la presión arterial como, por ejemplo:
- Seguir una dieta saludable: esta debe incluir al menos 400 g (o sea, cinco porciones) de frutas y hortalizas al día, menos del 10 % de la ingesta calórica total de azúcares libres, menos del 30 % de la ingesta calórica diaria procedente de grasas y menos de cinco gramos de sal (aproximadamente una cucharadita) al día y la sal debería ser yodada.
- Hacer ejercicio: la Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere realizar actividades físicas aeróbicas moderadas durante al menos 150 a 300 minutos o actividades físicas aeróbicas intensas durante al menos 75 a 150 minutos. Se vale también una combinación equivalente de actividades moderadas e intensas a lo largo de la semana.
- Mantener un peso saludable o bajar de peso, si se tiene sobrepeso u obesidad.
- Limitar la cantidad de alcohol que se bebe: Para los adultos sanos, esto significa hasta una copa por día para las mujeres de todas las edades y para los hombres mayores de 65 años, y hasta dos copas por día para los hombres menores de 65 años.