Por mucho tiempo, la soya, también soja, fue reconocida por sus beneficios entre los seguidores del vegetarianismo y el veganismo. Sin embargo, conforme se han popularizado ciertos regímenes alimenticios y recetas saludables, la soya se ha extendido fuera del dicho círculo.
De acuerdo con Cuerpo Mente, se trata de una planta proveniente de las regiones centrales de China y llegó a ser considerada una de las cinco plantas sagradas, por el emperador Yan en el año 2853 a.C., seguida de otras como el arroz, el trigo, el centeno y el mijo.
Actualmente, se puede encontrar en diversas presentaciones: en su estado natural (granos), harinas, bebidas vegetales, tofu, proteína de soya, salsa de soya, aceite de soya y demás. Lo que demuestra su versatilidad para incluirla dentro de la alimentación.
¿Cuáles son los beneficios de la soya?
De acuerdo con el portal sobre salud Tua Saúde, existen diversos beneficios asociados al consumo de la soya para el bienestar del organismo, gracias a su composición nutricional.
Según indica la guía de alimentos de la Fundación Española de la Nutrición, la soya contiene proteínas, ácidos grasos poliinsaturados, insaturados, fibra y minerales, tales como calcio, hierro, selenio, zinc, magnesio, potasio y fósforo. Además, contiene cantidades importantes de vitaminas, como la tiamina, niacina, riboflavina, vitamina B6, folatos y vitamina E.
De hecho, la soya es considerada como una fuente de proteína de origen vegetal de gran importancia, tanto que se ha utilizado en las dietas veganas y vegetarianas como sustituto a las proteínas de origen animal. “En comparación con el resto de legumbres, aporta mayor cantidad de minerales como calcio, hierro, magnesio, potasio, fósforo y zinc”, precisan desde la entidad.
Asimismo, la soya resalta por su composición rica en isoflavonas, las cuales cuentan con propiedades antioxidantes beneficiosas para la salud. Entre las bondades asociadas a este compuesto en particular, se señala que las isoflavonas contienen una doble actividad (estrogénica y antiestrogénica), lo que favorece la regulación hormonal de la mujer.
“Las isoflavonas presentan una estructura y actividad semejante al estrógeno humano, por este motivo podrían ayudar a regular y a equilibrar los niveles de estrógenos en el organismo, aliviando los síntomas comunes de la menopausia, como los calorones o sofocones, la sudoración nocturna e irritabilidad, así como los síntomas del síndrome premenstrual (SPM)”, aseguran en un artículo de Tua Saúde.
Por otra parte, como indican desde el mencionado portal, estos antioxidantes, junto a las saponinas y fibras que componen la soya, contribuyen a la protección de la salud del corazón. De acuerdo con la explicación de este portal, dichos compuestos permiten controlar los niveles de colesterol total, el colesterol malo y los triglicéridos, factores que inciden determinantemente en el desarrollo de afecciones cardiovasculares, como la aterosclerosis y la hipertensión arterial.
Igualmente, se considera que la soya es una opción idónea para pacientes de diabetes y prediabetes, ya que ayuda a regular los niveles de azúcar en la sangre, gracias a su alto contenido en fibras y baja cantidad de carbohidratos. Según explican los expertos, esto sucede porque se ralentiza la absorción de los azúcares a nivel intestinal.
En la composición de este grano también figuran aminoácidos, como la glicina y la arginina, los cuales contribuyen a la reducción de los niveles de insulina en la sangre.
A la lista de bondades se suma una más: mejora la salud ósea. Así lo respaldan desde Cuerpo Mente, quienes señalan que por cada 100 gramos de soya, el cuerpo obtiene el 13% de las cantidades recomendadas de calcio, un mineral esencial en la formación de los huesos y su mantenimiento.
Como resalta Tua Saúde, esta legumbre podría ayudar a prevenir el desarrollo de afecciones como osteoporosis y la osteopenia, además de favorecer la buena salud de los huesos.
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