Lo que ingresa al organismo a través de la alimentación es una clave para mantener una salud física óptima. Y es que la comida es la principal fuente de vitaminas, minerales o todo tipo de nutrientes esenciales para el desarrollo. No obstante, no todo lo que se consume es de provecho, sino que debe haber un equilibrio.
De hecho, la Organización Mundial de la Salud ha destacado frecuentemente el gran impacto de lo anterior en sus estudios.
“Llevar una dieta sana a lo largo de la vida ayuda a prevenir la malnutrición en todas sus formas, así como diferentes enfermedades no transmisibles y trastornos. Sin embargo, el aumento de la producción de alimentos procesados, la rápida urbanización y el cambio en los estilos de vida han dado lugar a un cambio en los hábitos alimentarios. Actualmente, las personas consumen más alimentos hipercalóricos, grasas, azúcares libres y sal/sodio; por otra parte, muchas personas no comen suficientes frutas, verduras y fibra dietética como, por ejemplo, cereales integrales”, indica la entidad.
Cabe mencionar que, además de los tipos de sustancias enlistados anteriormente, otro de los que son muy importantes son las semillas. “Las semillas son la base principal para el sustento humano. Son las depositarias del potencial genético de las especies agrícolas y sus variedades resultantes de la mejora continua y la selección a través del tiempo”, agrega la OMS al respecto.
En ese sentido, una de las semillas que más beneficios brinda es el comino negro. Primero hay que mencionar que este es la semilla madura de la flor del hinojo común, también conocida por su nombre científico que es Nigella sativa.
Entre sus propiedades se encuentran sus capacidades antibacterianas, analgésicas, antifúngicas, antiinflamatorias, antioxidantes, antivirales, antihipertensivas. Asimismo, colabora en la regulación de la hipertensión y la activación de la insulina.
Estudios indican su potente auxilio en el tratamiento contra el cáncer, especialmente en aquellos del colon, el pulmón o el cerebro. Además, según Journal of Endocrinology and Metabolism, este comino negro provoca una regeneración gradual y parcial de las células beta pancreáticas, incrementando la disminución de la insulina sérica y de la glucosa sérica elevada. En otras palabras, previene la diabetes tipo 1 y 2, que son las más comunes.
A su vez, la misma publicación señala los efectos del comino negro como gran agente antiinflamatorio, reduciendo así el apetito, mejorando los niveles de glucosa y de su absorción, que es al mismo tiempo una solución para la obesidad.
También es un alimento que se usa para tratar el asma, la fiebre del heno, la diabetes, la presión arterial alta, el eccema, la pérdida de peso, los calambres menstruales y muchas otras condiciones, pero no existe suficiente evidencia científica que respalde muchos de estos usos, precisa la mencionada institución.
En una publicación del portal Cuerpo & Mente, la dietista y nutricionista Jordina Casademunt asegura que específicamente en India esta semilla hace parte de la medicina ayurveda debido a las propiedades medicinales que se le atribuyen.
Se trata de semillas con un alto valor nutricional favorable para prevenir el desarrollo de enfermedades. Tienen un alto contenido de grasas sanas, ofrecen proteínas que aportan ocho de los nueve aminoácidos esenciales, son ricas en carbohidratos monosacáridos y en vitaminas y minerales.
Son diversos los beneficios saludables que se le atribuyen a estas semillas. Por ejemplo, los ácidos grasos insaturados y antioxidantes actuarían de forma positiva sobre el colesterol. “Su asimilación en el organismo ayuda a remover el lípido que se acumula en las arterias y, por lo tanto, contribuye a evitar la arteriosclerosis y los problemas de presión arterial alta”, precisa una publicación del portal Mejor con Salud, escrita por Carolina Betancourt.