El corazón es quizás el órgano de mayor importancia en el cuerpo humano. De su estado depende, en gran medida, la calidad de vida de muchas personas. Su función principal es bombear sangre a todos los órganos y tejidos. Esta sangre va cargada de oxígeno y nutrientes. El transporte de la sangre se da por medio de las venas y las arterias.
A este proceso se le conoce como circulación sanguínea. Cuando se mantiene un estilo de vida poco saludable, en el que se abusa del consumo de alimentos ricos en grasas dañinas y se practica el sedentarismo, el corazón es uno de los órganos que más se ven afectados. De hecho, esto hace que la tensión, el colesterol y los triglicéridos aumenten sus niveles.
Por su parte, los pulmones “son el centro del sistema respiratorio. El sistema respiratorio también incluye la tráquea, los músculos de la pared torácica y el diafragma, los vasos sanguíneos y otros tejidos. Todas esas partes posibilitan la respiración y el intercambio de gases. El cerebro controla la frecuencia respiratoria (que tan rápido o lento respiramos) al identificar la necesidad de oxígeno del cuerpo y también la necesidad de eliminar dióxido de carbono”, precisa el National Heart, Lung, and Blood Institute.
“Los hábitos para un estilo de vida saludable, como hacer actividad física y no fumar, pueden ayudar a prevenir lesiones y enfermedades pulmonares”, agrega la entidad. Fumar en exceso puede aumentar el riesgo de padecer cáncer de pulmón. Este es el tipo de cáncer que más cobra vidas a nivel mundial.
En cuanto a la visión, esta corresponde a uno de los cinco sentidos del cuerpo. Los ojos son los dos órganos por los que una persona puede ver. Son muchas las enfermedades visuales con las que puede nacer un ser humano, pero la gran mayoría surgen al transcurrir de la vida. El envejecimiento puede deteriorar la visión.
No forzar la vista es de vital importancia para evitar o prevenir el deterioro de la misma. Hacerse chequeos médicos regulares ayuda a proteger la salud visual. Algunas de las enfermedades oculares más conocidas son la miopía, el astigmatismo, el cáncer de ojo, la ambliopía y la degeneración macular relacionada con la edad.
Existe una vitamina en particular que tiene la capacidad de proteger el corazón, lo pulmones y la misma visión. Se trata de la vitamina A, la cual es de tipo liposoluble. La carencia de este nutrientes puede producir graves problemas de salud.
“La vitamina A es una vitamina liposoluble que se encuentra presente en forma natural en los alimentos. La vitamina A es importante para la visión normal, el sistema inmunitario, la reproducción, además del crecimiento y el desarrollo. La vitamina A también ayuda al buen funcionamiento del corazón, los pulmones y otros órganos. Los carotenoides son pigmentos que les dan el color amarillo, anaranjado y rojo a las frutas y las verduras. El cuerpo humano está en capacidad de transformar algunos carotenoides en vitamina A”, reseñan los National Institutes of Health.
Y dicen que “la vitamina A se consigue en los suplementos dietéticos, por lo general, como acetato de retinilo o palmitato de retinilo (vitamina A preformada), betacaroteno (provitamina A), o en una combinación de vitamina A preformada y provitamina A. La mayoría de los suplementos de multivitaminas y minerales contienen vitamina A. También se venden suplementos dietéticos que solo contienen vitamina A”.
Pero lo mejor es obtener la vitamina A por medio de la dieta. Algunos de los alimentos ricos en esta son el salmón, el hígado, la espinaca, el brócoli, el melón, el mango, los huevos y la leche.