Es normal que todas las personas olviden las cosas de vez en cuando, ya que es un factor normal del envejecimiento; sin embargo, cuando este problema es latente y hay cambios anormales en las habilidades de razonamiento, es probable que esto esté asociado con las enfermedades de Alzheimer u otros trastornos relacionados.
De acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, la perdida de memoria puede llevar en muchos casos a la demencia, un problema de salud que genera el deterioro de la memoria, el razonamiento, juicio y otras habilidades el pensamiento. Por lo general, la demencia inicia progresivamente y empeora con el tiempo, afectando las capacidades la persona que la padece.
Asimismo, el Manual MSD detalla que las causas más frecuencia de la pérdida de memoria son los cambios de la memoria relacionados con la edad, el deterioro cognitivo leve, la demencia y la depresión. A estos síntomas se le suman unos signos de alarma a los que se debe prestar atención: dificultad para realizar las actividades cotidianas, dificultad para prestar atención y fluctuaciones en el nivel de consciencia, confusión mental y síntomas de depresión como la pérdida del apetito o pensamiento suicidas.
Entre tanto, para prevenir este problema de salud es esencial tener una buena alimentación y hábitos saludables de vida. Adicional a ello, el portal web Infobae señala una reciente investigación publicada en la revista Neurology, la cual ha confirmado que una taza de té por la mañana y una copa de vino en la cena pueden reducir el riesgo de desarrollar demencia a futuro. Como tal, ambas bebidas contiene flavonoles, una clase de flavonoides, que son sustancias químicas vegetales que aumentan el flujo sanguíneo del cerebro, según explican los científicos de la Academia Estadounidense de Neurología.
El autor del estudio, Thomas Holland, del Centro Médico de la Universidad Rush en Chicago, EEUU, asegura que “es emocionante que nuestro estudio muestre que tomar decisiones dietéticas específicas puede conducir a una tasa más lenta de deterioro cognitivo”.
Cabe recordar que el poder que tienen los flavonoides en el organismo es gigante, pues estos pigmentos naturales que están presentes en los vegetales, protegen al cuerpo del daño producido por los agentes oxidantes tales como los rayos ultravioleta, la polución del ambiente y las sustancias químicas en los alimentos.
Alimentos ricos en flavonoides
- Alimentos cítricos.
- El brócoli.
- Los tomates.
- Las cebollas rojas.
- El té verde.
- El cacao.
- Las uvas.
El estudio realizado por Holland y sus colegas analizaron 961 estadounidenses de entre 70 y 80 años durante un promedio de 7 años, los cuales completaron pruebas cognitivas y de memoria anuales, como recordar palabras y números, y completaron cuestionarios sobre alimentos. Del mismo modo, se les preguntó sobre su nivel de educación y cuánto tiempo dedicaban a hacer ejercicio y actividades mentales como leer y jugar.
Como resultado, identificaron que los puntajes cognitivos de quienes tuvieron la mayor ingesta de flavonoides, disminuyó un 40% más lentamente cada década en comparación con sus pares que consumieron la menor cantidad de flavonoles.
Específicamente, los investigadores dividieron os flavonoles en cinco tipos diferentes: kaempferol, isorhamnetina, miricetina, quercetina e isorhamnetina. Normalmente, el kaempferol suele estar presente en las verduras de hoja verde como la col rizada y el té, tuvo un mayor beneficio en el organismo de las participantes, seguido de la miricetina, la cual abunda en el vino tinto.
Holland considera que el fenómeno se debe a las “propiedades antioxidantes y antiinflamatorias inherentes de los flavonoles. Algo tan simple como comer más frutas y verduras y beber más té es una manera fácil para que las personas desempeñen un papel activo en el mantenimiento de la salud de su cerebro”.