El gran interrogante de las vacunas es cuánto dura su efecto. Los estudios de la de Moderna empezaron en julio y aún es muy pronto para contestar esa pregunta, por lo que podría tener protección prolongada o corta, y también requerir de refuerzos. Lo que sí se sabe es que encontraron que de los infectados, 90 habían recibido un placebo y 5 la vacuna. Por eso se dice que es 94.5 por ciento efectiva.

Las dos vacunas, tanto esta como la de Pfizer, son parecidas, aunque Pfizer no ofreció muchos detalles sobre su estudio su efectividad, que también resultó mayor al 90 por ciento. Además las dos usan el método conocido como RNA para hacer que las células de la persona vacunada produzcan la proteína del virus.

La de Moderna al parecer tuvo un grupo más variados entre los cuales un tercio era mayor de 65 años, y hubo representantes de la raza hispana, afroamericana y de descendencia asiática. La efectividad y la seguridad fue la misma para todos, pero falta ver si estos datos se confirman al terminar el estudio.

Este se hizo con un grupo de 30.000 voluntarios que se dividieron en dos grupos: uno recibió el medicamento y el otro un placebo. Ni los médicos ni los participantes sabían quién recibiría qué. Con el tiempo algunos de los participantes se infectaron y cuando ese número llegó a 95, un comité de investigación independiente analizó los datos hasta ese momento.

11 de los 95 en el grupo que recibió el placebo tuvieron covid-19 severo mientras 5 de los vacunados tuvieron covid-19 leve lo que sugiere que la vacuna no solo bloquearía el virus sino que protegería de las complicaciones de la enfermedad.

Estos hallazgos son una luz al final del túnel. Las primeras inoculaciones podrían estar listas para fin de año y mientras más vacunados haya, los casos de covid serán cada vez más raros. Eso podría suceder en el segundo semestre de 2021.