En pleno siglo XXI, la sexualidad sigue siendo tabú para muchos. El deseo sexual, entretanto, es experimentado por la personas de diferentes maneras y algunos llegan incluso a reprimirlo debido a sus creencias religiosas, el prejuicio social, entre otros.
La libido es el término que se utiliza en la medicina y el psicoanálisis de manera general para denominar el deseo sexual de una persona. Esta puede sufrir cambios con el paso de los años, por diferentes factores en hombres y mujeres, como la ansiedad, los problemas de salud, las dificultades de una relación, la edad, entre otros.
Este último factor no debería ser un obstáculo, aunque muchos así lo vean, como dice Profamilia: “El deseo y la actividad sexual no terminan en la juventud. La sexualidad es inherente al ser humano y su ejercicio, en personas mayores de 60 años, continúa de múltiples maneras”.
“Las actitudes negativas, los mitos y los prejuicios invisibilizan la naturaleza de la sexualidad en este grupo poblacional, lo que no solo genera barreras de acceso a servicios integrales y oportunos en salud sexual, también constituye la vulneración de los derechos sexuales y los derechos reproductivos de las personas”, asegura la organización privada sin ánimo de lucro.
El estudio Salud, Sexualidad y Envejecimiento en Colombia 2015-2021 —realizado por Profamilia en el marco del Programa de Estancias Postdoctorales del Ministerio de Ciencias, llevado a cabo a través de un estudio mixto de corte exploratorio-descriptivo y que incluyó talleres, grupos focales y entrevistas semiestructuradas— evidenció que los adultos mayores no recibieron educación sexual en su niñez y adolescencia, crecieron en contextos y familias caracterizadas por guardar silencio alrededor de la sexualidad y con percepciones negativas sobre el cuerpo, el placer y el riesgo que representaba el embarazo fuera del matrimonio, en particular en el caso de las mujeres.
Profamilia explicó que a partir de estimaciones basadas en la Encuesta Nacional de Salud, Bienestar y Envejecimiento (SABE) de 2015 se concluyó que, mientras para el 73 % de los hombres de 60 o más años la sexualidad es importante, en el caso de las mujeres este valor solo alcanza el 28 %.
En lo que respecta a los resultados cualitativos, la organización señaló que se pudo entender con mayor profundidad esta brecha entre hombres y mujeres. “En términos de la vivencia de la sexualidad, las narraciones evidenciaron una amplia heterogeneidad de formas y experiencias. Desde personas que no tienen prácticas genitales, pasando por quienes viven una sexualidad no centrada en lo genital-penetrativo (besos, caricias, masturbación, etc.), hasta personas con prácticas penetrativas frecuentes y consideradas importantes”, señala.
Sobre las primeras experiencias sexuales, algunas mujeres manifestaron que fueron incómodas, poco placenteras y, en algunos casos, forzadas por sus parejas. Entre tanto, un grupo de hombres mostró inconformidad con la actividad sexual con sus parejas, la cual es atribuida a la ausencia de deseo de sus compañeras o por causa de las restricciones asociadas a su salud.
“La mayoría de las mujeres rechazó la idea de haber perdido el interés por el sexo o el placer a causa de los cambios relacionados a la vejez, incluidas la menopausia. Por el contrario, para algunas participantes del estudio, el paso de los años las ha empoderado para que hoy puedan negarse a tener relaciones sexuales cuando no son deseadas por ellas o cuando no se sienten plenamente cómodas en determinadas situaciones”, reseña Profamilia.
Marta Royo, directora ejecutiva de Profamilia, afirmó: “La educación integral en sexualidad es fundamental para que tengamos un desarrollo pleno y vivamos cada etapa, incluso la vejez, de una manera mucho más saludable. De este modo, vemos la necesidad de ampliar la oferta de servicios de salud sexual en adultos mayores y promover el diálogo con el personal de salud, pues el envejecimiento, en lugar de ser el fin de la vida sexual, puede llegar a ser una oportunidad para experimentar la sexualidad de una nueva manera”.
Con motivo de la conmemoración del Día Mundial de la Salud Sexual, que se llevará a cabo este sábado 4 de septiembre, Profamilia hace un llamado para ampliar la oferta de servicios de salud sexual y el apoyo a la sexualidad de las personas adultas mayores en Colombia.