Si una persona desea mejorar la circulación, debe tener en cuenta algunos aspectos como dejar de fumar, reducir la ingesta de grasas saturadas y tratar de no permanecer sentado por períodos prolongados, de acuerdo con el medio especializado Medical News Today.
Cuando una persona sufre de mala circulación puede presentar fatiga, edema, mareos, dolor de cabeza, manos y pies fríos, dolor en las piernas, calambres musculares, latidos cardíacos irregulares, pérdida de cabello y sequedad de la piel, entumecimiento u hormigueo en partes del cuerpo, entre otras.
Existen alimentos que pueden ayudar mejorar la circulación y servir como complemento a tratamientos médicos. Uno de ellos es la cebolla, que ayudaría a prevenir la formación de coágulos.
El portal Cuerpo Mente asegura que, debido a sus componentes azufrados, el consumo regular de este vegetal previene la agregación plaquetaria y evita que se formen trombos.
Un beneficio más para la sangre es que es buena para controlar los niveles de colesterol LDL, conocido como malo, y los triglicéridos, lípidos que pueden adherirse a las paredes de las arterias y generar taponamiento de estos conductos.
Su aporte en este sentido se debe a que contiene unas sustancias llamadas saponinas que disminuyen el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas, como aterosclerosis o infartos.
En esta misma línea, una publicación de la revista Mejor con Salud destaca las bondades del compuesto quercetina y refiere un estudio publicado en la revista ACS Omega, en el que se determinó que este alimento mejora la función de los vasos sanguíneos, ayuda a disminuir la presión sobre las arterias y reduce la inflamación.
Según Tua Saúde, la cebolla también es fuente de otra sustancia llamada aliina y antioxidantes que promueven la relajación de las arterias, mejorando el flujo de la sangre.
Ejercicios recomendados para una buena circulación
Además de la alimentación, hay algunos ejercicios que pueden ayudar a aliviar las molestias generadas por la mala circulación en las piernas, según información del portal Tu Canal de Salud, de España.
Levantar y ejercitar las piernas: consiste en colocar las piernas en alto, usando para ello un pequeño escalón de 20 centímetros de altura, mientras la persona se mantiene sentada. En esa posición, se pueden realizar movimientos circulares con los tobillos o de flexión y extensión. Esto se debe hacer de cinco a 10 minutos, realizando los ejercicios en dos series de 15 repeticiones.
Caminar de puntillas: cuando se anda en esa posición, se logra estimular la contracción de los gemelos, que, al mismo tiempo, comprimen las venas, facilitando el retorno venoso. Esto se denomina bomba muscular y su activación influye de manera significativa en la circulación de las piernas.
Lo más adecuado es ponerse de pie y proceder a la acción de pararse de puntillas 10 veces sin caminar. Igualmente, se puede combinar con el mismo ejercicio ejecutado con los talones, en lugar de usar las puntas de los pies, de modo que se contraen los músculos opuestos.
Pedalear desde el suelo: se trata de imitar el pedaleo de la bicicleta. Para ello es necesario acostarse en el piso o en una superficie dura, levantar las piernas y simular el movimiento que se realizaría en una bicicleta.