La presión arterial se define como la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias a medida que el corazón la bombea. Cuando estos niveles se elevan se conoce como hipertensión, una afección silenciosa que con el paso del tiempo puede causar problemas complejos relacionados con el corazón.

Según el instituto de investigación Mayo Clinic esta presión se determina tanto por la cantidad de sangre que bombea el corazón como por el grado de resistencia al flujo de la misma en las arterias. Si no se trata de manera adecuada, es posible que este padecimiento ocasione accidente cerebrovascular, insuficiencia renal y problemas en los ojos, entre otros, precisa la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

La lectura de la presión arterial se determina en milímetros de mercurio (mm Hg) y se da en dos números. El superior se denomina presión arterial sistólica y el inferior, diastólica; por ejemplo, 120 sobre 80 (escrito como 120/80 mm Hg). De acuerdo con los especialistas, una presión arterial normal es cuando es menor a estos valores.

La hipertensión es una enfermedad silenciosa que puede afectar seriamente muchos órganos. | Foto: Getty Images

Muchos factores pueden afectar la presión arterial, como la cantidad de agua y sal que la persona tiene en el cuerpo, el estado de los riñones, el sistema nervioso o los vasos sanguíneos y los niveles hormonales. La alimentación es determinante para el control de esta presión sobre las arterias.

La ingesta de verduras, frutas, cereales integrales, proteínas magras y el consumo de mucha agua juegan un papel determinante para evitar problemas de hipertensión. En el marco de esa alimentación, las vitaminas también son clave.

Vitamina E contra la hipertensión

Una de las recomendadas es la E, la cual según evidencia científica ayudaría en casos de hipertensión leve. Esta es la principal conclusión del estudio La vitamina E puede reducir la presión arterial en hipertensos leves, publicado en la Librería Nacional de Medicina de los Estados Unidos.

La vitamina E es determinante para tener una buena circulación sanguínea y para regular la presión arterial. | Foto: Getty Images

Con la investigación, los científicos tenían como propósito determinar los efectos de este nutriente sobre la presión arterial y la frecuencia cardíaca en pacientes con hipertensión leve. El análisis se realizó con 70 personas que presentaban esta afección de manera leve y cuyas edades oscilaban entre los 20 y 60 años, sin ningún otro factor de riesgo cardiovascular.

Los participantes recibieron durante 27 semanas un placebo. Según informaron los científicos, en el inicio y al final del estudio, “el nivel de vitamina E en la sangre se midió fluorimétricamente en todos los sujetos, según el método de Hansen y Warwick. Al igual que la presión arterial y la frecuencia cardíaca”.

Al final se determinó que un suplemento de vitamina E de 200 UI/día puede ser eficaz en pacientes hipertensos leves a largo plazo, beneficios que se deberían al óxido nítrico que posee este nutriente.

Funciones de esta vitamina

Esta vitamina, según la Biblioteca Nacional de Medicina, es un antioxidante, lo que significa que protege el tejido corporal del daño causado por sustancias llamadas radicales libres, los cuales pueden afectar células, tejidos y órganos. Además, se cree que juegan un papel en ciertas afecciones relacionadas con el envejecimiento.

La vitamina E es un potente antioxidante que protege la salud del corazón. | Foto: Getty Images

De igual forma, este nutriente ayuda a mantener el sistema inmunitario fuerte frente a virus y bacterias y contribuye en la formación de glóbulos rojos, a la vez que ensancha los vasos sanguíneos para evitar que la sangre se coagule dentro de ellos.

Si bien la investigación indica de los beneficios de los suplementos, la mejor forma de obtener los requerimientos diarios de vitamina E es consumiendo los siguientes alimentos:

  • Aceites vegetales de maíz (como los aceites de germen de trigo, girasol, cártamo, maíz y soya).
  • Nueces (como las almendras, el maní y las avellanas).
  • Semillas (como las semillas de girasol).
  • Hortalizas de hoja verde (como las espinacas y el brócoli).
  • Cereales fortificados para el desayuno, jugos de frutas, margarinas y productos para untar enriquecidos. Enriquecidos o fortificados quiere decir que a los productos les han agregado las vitaminas.
La espinaca es uno de los alimentos que aporta vitamina E. | Foto: Getty Images

Los expertos aseguran que consumir vitamina E en alimentos no es riesgoso ni dañino. Sin embargo, las dosis altas de suplementos de la misma podrían incrementar el riesgo de hemorragia cerebral (accidente cerebrovascular hemorrágico) y también de defectos congénitos. Sin embargo, esto requiere de más análisis y por ello la recomendación siempre es consultar con el especialista antes de ingerir de manera regular los suplementos de este nutriente.