Los ojos son una parte muy importante de la salud, pues la visión es uno de los sentidos más utilizados por las personas y por ello existen hábitos saludables que previenen algunos problemas de estos.
Así las cosas, la organización de atención médica sin fines de lucro, Baptist Health South Florida, reveló en su portal que “una dieta rica en Vitamina C puede ayudar a reponer el agotamiento de ácido ascórbico en los lentes naturales del ojo humano”.
Para la oftalmóloga del Baptist Eye Surgery Center, Geetha Vedula, “todo el mundo probablemente debería estar comiendo una dieta que contenga Vitamina C de todos modos [...] Este estudio confirma lo que hemos sabido por muchos años – que la vitamina C ayuda a reducir el progreso de las cataratas”.
Asimismo, señaló: “a medida que envejecemos, no tenemos suficiente Vitamina C para sostener las estructuras oculares naturales [...] “el ácido ascórbico es un componente natural para la salud de los ojos. La mayoría de las cataratas están relacionadas con el envejecimiento. También recetamos Vitamina C en altas dosis para pacientes con cicatrización en la córnea y otros diagnósticos”.
El cuerpo no puede producir la vitamina C por sí solo, ni tampoco la almacena, según reporta Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos. De ahí que sea importante incluir muchos alimentos que contengan esta vitamina en la dieta diaria. Sin embargo, no se recomiendan cantidades superiores a 2.000 mg/día.
La mejor fuente alimenticia de vitamina C está en las frutas y verduras sin cocinar o crudas . Las frutas con mayor contenido de vitamina C son:
- Melón.
- Frutas y jugos de cítricos, como las naranjas y toronjas (pomelos).
- Kiwi.
- Mango.
- Papaya.
- Piña.
- Fresas, frambuesas, moras y arándanos.
- Sandía o patilla.
Las verduras con mayores fuentes de vitamina C son:
- Brócoli, coles de Bruselas y coliflor.
- Pimientos rojos y verdes.
- Espinaca, repollo, nabos verdes y otras verduras de hoja.
- Papa o patata blanca y la dulce (camote).
- Tomates y su jugo.
- Calabaza
El Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés) indica que la cantidad de vitamina C que se necesita por día depende de la edad y el sexo, pero en general las recomendaciones son:
- Bebés hasta los 6 meses de edad: 40 mg
- Bebés de 7 a 12 meses de edad: 50 mg
- Niños de 1 a 3 años: 15 mg
- Niños de 4 a 8 años: 25 mg
- Niños de 9 a 13 años: 45 mg
- Adolescentes (varones) de 14 a 18 años: 75 mg
- Adolescentes (niñas) de 14 a 18 años: 65 mg
- Adultos (hombres) 90 mg Adultos (mujeres): 75 mg
- Adolescentes embarazadas: 80 mg
- Mujeres embarazadas: 85 mg
- Adolescentes en período de lactancia 115: mg
- Mujeres en período de lactancia: 120 mg
Adicional, la entidad afirma que si la persona fuma, debe añadir 35 mg a los valores arriba indicados.
¿Qué ocurre si no se consume suficiente vitamina C?
“Quienes ingieren escasa o ninguna cantidad de vitamina C (menos de 10 mg por día) durante varias semanas pueden contraer escorbuto. El escorbuto causa cansancio, inflamación de las encías, pequeñas manchas en la piel de color rojo o violeta, dolor en las articulaciones, mala cicatrización de las heridas, y vello ensortijado o en forma de “sacacorchos”. Otros síntomas de esta enfermedad incluyen depresión, inflamación y sangrado de las encías y aflojamiento o pérdida de dientes. Las personas que padecen escorbuto también pueden sufrir anemia. Sin tratamiento, el escorbuto es mortal”, explicó el NIH.