Uno de los padecimientos que más afectan la salud de los pacientes en edad avanzada es el dolor en sus articulaciones, situación que se da porque, con el paso de los años, las diversas articulaciones y huesos van perdiendo fuerza y vitalidad; sin embargo, este padecimiento se hace más agudo y suele presentarse a temprana edad en pacientes sedentarios y que tienen malos hábitos alimentarios.
Las personas con sobrepeso u obesidad presentan un mayor riesgo de padecer afecciones que afectan de manera directa la salud de las articulaciones, ya que al tener un peso elevado se ejerce más presión sobre la zona, generando dolor e incomodidad.
La biblioteca de salud y medicina de los Estados Unidos MedlinePlus define las articulaciones como la estructura donde se unen dos o más huesos. Los hombros, codos, caderas, rodillas y nudillos son articulaciones. La columna también tiene articulaciones.
Las articulaciones son más que huesos, puesto que incluyen los tejidos blandos que los rodean, como cartílagos, tendones y ligamentos. El cartílago es el tejido flexible, duro y resbaladizo que cubre los extremos de los huesos en una articulación.
Los tendones, por su parte, son bandas resistentes y flexibles que conectan los músculos con los huesos para que pueda mover las articulaciones. Los ligamentos conectan los huesos de la articulación entre sí para mantenerlos estables cuando se mueve.
Cuando duelen las articulaciones, por lo general, el dolor se presenta en la rodilla que suele ser la zona más afectada por el paso de los años. Ante la presencia de dolor, inflamación o enrojecimiento siempre es mejor consultar con un profesional de la salud para validar que está sucediendo; sin embargo, la falta de vitaminas también puede generar dolor en las articulaciones.
Existe una vitamina con múltiples beneficios que tiene la capacidad de fortalecer los huesos, mejorar la coagulación sanguínea y evitar los infartos. Se trata de la poderosa vitamina K, la cual se encuentra en diversos alimentos de origen vegetal y animal.
Cuando el cuerpo no tiene suficiente cantidad de vitamina K puede haber riesgo de debilidad en los huesos y mayor riesgo de padecer fracturas. Esta vitamina está presente en la mayoría de los vegetales de hojas verdes como espinaca, brócoli, lechuga, acelgas, perejil.
“La vitamina K es necesaria para la producción de osteocalcina, una proteína fundamental de la matriz ósea, cuya función es estimular la fijación del calcio en los huesos y en los dientes, siendo fundamental para el normal desarrollo del hueso y su mantenimiento en la edad adulta, ayudando a prevenir el desarrollo de la osteoporosis”, afirma el portal portugués Tua Saúde.
El portal agrega: “La vitamina K es necesaria para sintetizar las proteínas que ayudan a controlar el sangrado (factores de coagulación), importantes para la coagulación sanguínea, previniendo hemorragias, favoreciendo la curación de heridas y la cicatrización”.
De igual manera, es necesario destacar que una vitamina como la K tiene la capacidad de evitar el endurecimiento y bloqueo de las arterias. Por eso, mejora el flujo de sangre al corazón y evita enfermedades o afecciones como los infartos.
La vitamina K se puede encontrar en los siguientes alimentos: perejil, col de bruselas, espinaca, coliflor, brócoli, lechuga, zanahoria, acelga, rúcula, pepino, repollo, espárrago, huevo, kiwi, aguacate, uva, fresa, hígado, pollo, entre otros más. El consumo de estos alimentos debe ser moderado, sin llegar a un exceso, para así evitar la hipervitaminosis.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.