Uno de los procesos más difíciles de afrontar a lo largo de la vida es el envejecimiento. En esta etapa de la vida surgen ciertos cambios en el cuerpo, entre ellos, la disminución del colágeno, una proteína que se encarga de unir los tejidos conectivos y es fabricada por unas células llamadas fibroblastos que están presentes en todos los animales y también en el cuerpo humano.
De acuerdo con el portal web Cuídate Plus, la función principal del colágeno consiste en la formación de las fibras a partir de las que se crean las estructuras del organismo; por lo tanto, es el responsable del grado de firmeza y elasticidad de estas estructuras y tiene un papel esencial en su hidratación.
“La fibra de colágeno tiene la capacidad de mezclarse con muchos tipos de sustancias y minerales: en el caso de los huesos, la combinación del colágeno con cristales de calcio permite la formación de una estructura dura y rígida; en la piel, se mezcla con la elastina y la estructura resultante tiene forma de red”, indica el portal en mención.
Así las cosas, se calcula que a los 40 años, por lo general, el organismo produce la mitad de colágeno que en la adolescencia. Esta reducción en los niveles de producción provoca, entre otras cosas, la pérdida de elasticidad y flexibilidad de la piel, dolores en las articulaciones y músculos, osteoporosis, deterioro en la vista, deficiencias circulatorias, molestias en dientes y encías, etcétera; es decir, el deterioro propio de la vejez.
Por ello, una forma de detener el envejecimiento y más cuando es prematuro es consumiendo una dieta rica en vitaminas y minerales que mejoren la producción de colágeno en el organismo. Frente a esto, Mayo Clinic destaca nutrientes como la vitamina D, la cual es indispensable en el organismo para mantener flexible y sano el revestimiento de los vasos sanguíneos y, además, controla los niveles altos de la presión arterial.
Como tal, los expertos señalan que cuando hay una deficiencia de este nutriente en el organismo no solo provoca el envejecimiento de la piel, sino también de otros órganos como el cerebro. Esto se ha comprobado mediante un estudio en el que han comparado los niveles de vitamina D con resonancias magnéticas de una cohorte de 1.865 participantes de entre 20 y 82 años. Para esto, los científicos de la de la Universidad de Medicina de Greifswald, en Alemania, utilizaron datos de 1.865 participantes de 20 a 82 años y determinaron que la deficiencia de vitamina D tuvo un efecto significativo sobre el envejecimiento cerebral en esta muestra.
Cantidades necesarias de vitamina D para el organismo
Por su parte, Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, la cantidad de vitamina D que necesita cada día depende de su edad. A continuación se relacionan algunas especificaciones:
- Nacimiento hasta 12 meses: 400 UI
- Niños entre uno y 13 años: 600 UI
- Adolescentes entre 14 y 18 años: 600 UI
- Adultos de 19 a 70 años: 600 UI
- Adultos mayores de 71 años: 800 UI
- Mujeres embarazadas y lactando: 600 UI
Alimentos ricos en vitamina D
Cabe mencionar que la principal fuente de vitamina D es el sol, por lo que muchas personas lo adquieren exponiéndose a los rayos UV; sin embargo, es fundamental utilizar todas las medidas de protección para no ocasionar lo contrario. Por otra parte, existen alimentos con una buena cantidad de este nutriente que son muy recomendados para tener un cuerpo vital y un corazón saludable:
- Los pescados grasos, como la trucha, el salmón, el atún y la caballa, así como los aceites de hígado de pescado.
- El hígado de ganado vacuno, la yema de huevo y el queso.
- Los hongos aportan algo de vitamina D.