Las vitaminas son de tal importancia “que el cuerpo necesita en pequeñas cantidades para funcionar y mantenerse sano”, explica el Instituto Nacional del Cáncer de EE. UU. (NCI, por sus siglas en inglés) que menciona que el cuerpo “elabora algunos con productos de los alimentos”.
Es entonces que cada una de ellas tiene una función en específico para que el cuerpo ejecute sus diferentes actividades de la mejor manera, como:
- Vitamina B12: de acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, MedlinePlus, esta vitamina cumple una importante función en el organismo: participa en la producción de glóbulos rojos y en el proceso de metabolismo de algunos alimentos. Su ingesta no necesariamente debe ser a través de suplementos, ya que se puede obtener tras el consumo de alimentos como la carne, la leche o el pescado.
- Riboflavina: el National Institute of Health (NIH, por sus siglas en inglés) precisa que también es conocida como vitamina B2 y “es importante para el crecimiento, desarrollo y funcionamiento de las células del cuerpo”, ayudando, a su vez, a convertir los alimentos consumidos en energía.
- Vitamina A: la enciclopedia de medicina asegura que este nutriente participa en la formación de los tejidos blandos del cuerpo como en los óseos, siendo primordial en la producción de “los pigmentos” en la retina del ojo.
- Vitamina C: esta fruta se encuentra en la mayoría de frutas cítricas, considerada un antioxidante, que de acuerdo con Medline Plus colabora en la rápida y buena cicatrización. Además, de la reparación de los cartílagos y huesos.
La vitamina B6
Es entonces que la entidad de ciencia y salud afirma que la vitamina B6 es hidrosoluble, y es tan importante, para “el correcto funcionamiento de los azúcares, las grasas y las proteínas del cuerpo”. Además, participa en el buen desarrollo de los nervios, el cerebro y la piel.
Informa que cuando hay un déficit de vitamina B6, una persona puede presentar complicaciones en sus riñones e inclusive en su hígado. Además de confusión, cambios de humor, y depresión.
Y aunque no es común la deficiencia de esta vitamina, es importante asegurar su consumo, incluyendo en una dieta balanceada alimentos como el banano, las nueces, los garbanzos, el salmón, la carne de res, entre otros. En muchas ocasiones es añadido en el pan “enriquecido” y los cereales.
Entre las funciones que se destacan de la vitamina B6 se encuentra su alta participación en la producción de anticuerpos, mismos que ayudan a proteger el organismo, combatiendo agentes extraños que desarrollan enfermedades e infecciones, debilitando así, el sistema inmune.
Tal y como se mencionó, colabora en la descomposición de proteínas y en la regulación de la glucosa en la sangre. Cabe destacar que, la vitamina B6 al producir hemoglobina, misma que transporta el oxígeno a los tejidos del cuerpo, evita el riesgo de anemia.
Por su parte, en una hoja informativa, el NIH asegura que la cantidad de vitamina B6 va de acuerdo con la edad, o incluso en la etapa de la vida en la que se encuentren, en el caso de las mujeres en estado de embarazo.
En una amplia lista, la organización de salud, menciona que algunas investigaciones han hallado que quienes tienen altos niveles de vitamina B6 tienden a tener una función cognitiva, focalizada en la memoria.
Incluso, aunque la ciencia necesita más evidencia, asevera que algunas investigaciones han encontrado que el consumo de este nutriente tiene un impacto sobre los síntomas del síndrome premenstrual como los cambios de humor, la hinchazón, por ejemplo.
Por lo tanto, se aconseja una continua revisión médica para obtener los beneficios de cada vitamina y en este caso la B6.