Las vitaminas son nutrientes que el cuerpo necesita en pequeñas cantidades para su funcionamiento, su mantenimiento y crecimiento. Normalmente, las fuentes de vitaminas están en los alimentos de origen vegetal y animal, y en los suplementos alimentarios.
Según el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, las vitaminas son solubles en grasas (se disuelven en grasas y aceites) o solubles en agua (se disuelven en agua). Las primeras se almacenan en los tejidos grasos del cuerpo y las segundas salen a través de la orina.
De otra parte, el desgaste de cartílago en la rodilla o artrosis de rodilla, es una enfermedad degenerativa, que se presenta con mayor frecuencia en personas de una edad avanzada.
No obstante, esta degeneración también se puede dar en personas jóvenes debido a las lesiones previas en la rodilla. La razón se debe a que el cartílago se desgasta gradualmente disminuyendo la protección de los huesos.
Cabe mencionar que la rodilla es una de las articulaciones del esqueleto humano en donde constantemente se desarrolla la artrosis y es porque la rodilla es una articulación “de carga”, es decir, esta debe soportar el peso del cuerpo.
Asimismo, la artrosis de rodilla, por lo general, se desarrolla lentamente y la progresión de dolor suele seguir la misma progresión, aunque también se puede dar por descompensaciones espontáneas.
Por ello, expertos del portal Mejor con Salud, señalaron que para recuperar el cartílago dañado es necesario alimentarse con algunas vitaminas o tomar suplemento de estas. De acuerdo con el portal, se debería consumir las siguientes:
Lisina:
La lisina es un aminoácido que ayuda a absorber el calcio y producir colágeno. Estos dos son necesarios para construir el tejido dañado. Los expertos señalan que se requiere de consumir al menos 12 mg por cada kg de peso. Este aminoácido se encuentra en carnes rojas, huevos, legumbres, bacalao y frutos secos.
Vitamina C:
La vitamina C ayuda a regenerar de manera más rápida el tejido del cuerpo, debido a que es rica en antioxidantes y ayuda a cicatrizar instantáneamente. De hecho, los expertos señalan que necesitamos más de 75 mg diarios de la vitamina para renovar las afecciones del cuerpo.
Se puede encontrar en frutas, legumbres, verduras y hortalizas.
Vitamina D:
La vitamina D ayuda a que el calcio consumido se absorba fácilmente para que el cuerpo pueda asimilarlo. Por ello, previene enfermedades como la artritis y la osteoporosis. Se encuentra en leche, salmón, ostras, pescados.
Gelatina:
Según información de las Guías de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC), la gelatina puede formar parte de la guía alimentaría diaria y saludable por sus beneficios nutricionales y articulares, ayudando al mantenimiento de la salud, pues el colágeno hidrolizado mejora el desarrollo de los cartílagos y del resto de tejidos relacionados con el funcionamiento de las articulaciones.
El principal síntoma de la artrosis de rodilla es el dolor. En un principio, el dolor es muy leve y sólo aparece cuando se ha realizado una actividad física y cede rápidamente con el reposo.
Sin embargo, cuando la enfermedad se ha establecido, es normal que se note mayores molestias cuando se comience a caminar. Asimismo, al dolor se le agrega una sensación de rigidez y de dificultad para flexionar y extender la pierna. Otro síntoma es cuando se da una sensación de chasquido, el cual se produce al flexionar la rodilla.
De igual forma, el dolor de rodilla es mayor cuando se sube y se baja escaleras o cuando se pone en cuclillas, además, con un esfuerzo físico mayor del habitual el dolor se reagudiza.
Los síntomas más habituales son:
- Dolor en la rodilla.
- Fallo de la pierna al cargar en ella.
- Inflamación de la articulación.
- Rigidez de la articulación.
En los casos más severos de la enfermedad, se produce una disminución en los movimientos que se puede realizar con la rodilla, por ejemplo, no poder flexionar la rodilla.