De acuerdo con el Instituto Nacional del Cáncer, la vitamina J -conocida como colina- es aquella que forma parte del complejo de vitamina B.
Entre sus funciones a destacar se encuentran producir neurotransmisores; colaborar en la formación de membranas celulares; y extraer grasa del hígado, indica la institución. No solo esto, su rol favorece el sistema nervioso que ayuda a regular las funciones del cerebro, en las que se encuentran los estados de ánimo y la memoria.
Los alimentos principales que la contienen son: el huevo y el maní, por ejemplo. Es importante aclarar que aunque el hígado produce un mínimo de colina, generalmente el cuerpo la obtiene tras la ingesta de ciertos alimentos.
¿Qué pasa si hay un déficit o un consumo excesivo de colina?
El instituto asegura que cuando el cuerpo no obtiene esta vitamina, las funciones de los vasos sanguíneos se pueden ver obstruidas, así mismo, las del corazón, y el hígado desarrolla una afección que se denomina hígado graso no alcohólico.
Por otra parte, tal y como señalan los National Institutes of Health (NIH) el consumo excesivo de colina puede, provocar olores penetrantes y desagradables. Además, causar sudoración excesiva, salivación anormal, enfermedades hepáticas y presión arterial baja.
Es por esto que según la edad, se determina el límite máximo de consumo de colina, como por ejemplo: los niños de 1 a 8 años, 1.000 mg; los menores de 9 a 13 años de edad, 2.000 mg; los adolescentes, de 3.000 mg y los adultos de 3.500, asegura los NIH. Sin embargo, se recomienda consultar con un profesional de la salud.
Tampoco se ha encontrado evidencia de una mejora en el consumo de suplementos de colina para la cognición, esto determina que para tratamientos de Alzheimer y Parkinson, no sería eficaz.
Hígado graso
La Biblioteca de los Estados Unidos, Medline Plus, indica que el hígado graso es una enfermedad que se produce por la acumulación de grasa en dicho órgano, que de acuerdo con la entidad americana, existen dos tipos de afecciones: el hígado graso no alcohólico, y el hígado graso por el alcohol.
El primero no se asocia con el consumo de una bebida, sino que se presenta por el daño en las células del hígado, causando, en algunos casos, fibrosis. Por otro lado, la enfermedad de hígado graso por alcohol se debe al alto consumo de bebidas alicoradas que la persona ingiere ocasionando daños en el organismo.
Es así como se recomienda evitar el consumo de estas bebidas, para preservar el hígado que tiene como función ayudar “al organismo a digerir los alimentos, almacenar energía y eliminar toxinas”, señala la entidad americana.
Además, las personas más vulnerables en padecer esta enfermedad, son aquellas que tienen diabetes tipo 2, obesidad, tienen altos niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre. Así mismo, de hipertensión o pérdida de peso inmediata o inexplicable. Adicionalmente, tienen hepatitis C, entre otras.
Por lo tanto, se recomienda tener hábitos saludables como dietas equilibradas y rutinas frecuentes de ejercicio; sin embargo, existen consejos prácticos que ayudan a limpiar el hígado y a prevenir esta enfermedad ya mencionada.
El portal Mejor con Salud, revela algunos consejos para limpiar de manera adecuada el hígado y prevenir enfermedades, por ejemplo: el consumo de aguacate contribuye en este objetivo, ya que tiene grasas insaturadas (monoinsaturadas y poliinsaturadas), brindándole protección al organismo.
Así mismo, el portal de salud indica que la ingesta de uvas puede ayudar a desinflamarlo incrementando los antioxidantes que previenen los daños en este órgano. Es entonces que para un previo cuidado se sugiere consultar con un nutricionista.