El acné es una enfermedad inflamatoria que puede ser causada por diversos factores y afecta a las glándulas productoras de sebo localizadas en la cara, la espalda, el pecho, los hombros e incluso la parte superior de los brazos, indica el portal Cinfasalud de España.

Si bien cualquier persona puede sufrir de acné, es muy común que esta afección se presente en los adolescentes y los adultos jóvenes, asegura la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Si bien no es una enfermedad grave, lo cierto es que puede generar lesiones visibles y significativas en una edad en la que la imagen y el autoestima se están desarrollando, por lo que también puede traer consigo efectos emocionales y psicológicos importantes.

Aunque no se sabe exactamente que genera el acné, se presume que este obedece a cambios hormonales, tales como los que ocurren en la adolescencia o el embarazo.

“Existen muchos mitos acerca de las causas del acné. Con frecuencia se culpa al chocolate y las comidas grasosas, pero en la mayoría de los casos hay pocas evidencias de que la comida tenga algún efecto sobre el acné”, asegura la Biblioteca de Medicina.

Existen diversas formas para tratar de mantener bajo control esta afección, una de ellas es con el consumo y la aplicación de vitamina A, también conocida como retinol.

Al igual que otras vitaminas, la A es fundamental para el organismo. De manera particular, es crucial en relación con la reproducción celular, el sistema inmunitario, la vista y la piel, precisa el portal Mejor con Salud. En el caso particular de la piel, cuenta con un alto poder cicatrizante, proporciona una mayor suavidad y permite el refuerzo de las defensas naturales, actuando contra los radicales libres.

Adicionalmente, se caracteriza por tener un alto contenido de ácido retinoico favorece la regulación del sebo, lo cual permite reducir los granitos y dejar la piel más suave. Se puede utilizar de varias formas: en uso tópico, en suplementos y también a través de la dieta mediante alimentos que se consumen.

“Los suplementos orales de vitamina A se recomiendan en personas con bajos niveles de este nutriente, debido a carencias en la dieta o a problemas que afectan la absorción de grasas, como la pancreatitis. También los suplementos se consideran una opción en el tratamiento de enfermedades oculares o del sarampión”, precisa la mencionada fuente, la cual indica que la dosis diaria recomendada es de 900 microgramos para los hombres y 700 para las mujeres adultas. Es importante que las personas no incurran en excesos.

En cuanto a los alimentos que la contienen, los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, indican que se puede hallar en pescados como arenques y el salmón; el hígado de res y otras vísceras, las hortalizas de hojas verdes y otras verduras de color verde, anaranjado y amarillo, como espinacas, batatas, zanahorias, brócoli, y calabaza de invierno; frutas como melón, mangos y albaricoques; productos lácteos, como leche y queso, cereales fortificados y huevos.

Según los expertos, la forma tópica es la opción más efectiva de usar vitamina A o retinol para combatir el acné, esto sin descuidar la alimentación y los suplementos. “Los estudios realizados sobre el tema confirman su efectividad. Por ejemplo, en una revisión del 2012 se encontró que el retinol, incluso en concentraciones de 0,25 %, puede brindar beneficios sin dejar efectos secundarios”, asegura Mejor con Salud.

Consejos para prevenirlo y controlarlo

El portal Cinfasalud brinda algunos consejos que pueden ayudar a prevenir o mejorar las condiciones del acné.

- No tocarse la piel. Apretarse y rascarse las lesiones que produce el acné puede empeorar el problema y dejar cicatrices o manchas oscuras en la piel. Además, las manos pueden ser siempre posibles portadoras de bacterias.

- Lavarse con delicadeza. Limpiar el rostro dos veces al día con productos específicos para pieles grasas y lavarse sin restregar.

- Afeitarse con cuidado. Si se usa una cuchilla, la hoja debe estar bien afilada y, antes de aplicarse la crema de afeitar, es recomendable lavar la cara con agua y jabón a fin de ablandar la barba.

- Elegir cosméticos adecuados. Las personas con piel grasa deben escoger aquellos de consistencia no aceitosa y, sobre todo, los que incluyen la leyenda “no comedogénicos”, puesto que son los que no obstruyen los poros de la piel.

-Cuidado con el sol. Aunque el sol puede mejorar el acné, este efecto es pasajero y después puede provocar un efecto rebote y empeorar las lesiones.

- Seguir una dieta equilibrada. Es recomendable comer sano y excluir o reducir al máximo aquellos alimentos con alto índice glucémico como los azúcares refinados.