Las vitaminas son nutrientes clave en la alimentación, pues realizan un aporte fundamental para el desarrollo de muchas funciones del cuerpo. Su ingesta adecuada ayuda al fortalecimiento y desarrollo normal del organismo y a prevenir el desarrollo de afecciones de salud.
La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos asegura que en total son 13 de estos nutrientes esenciales para que el cuerpo se conserve en una buena condición. Uno de los que no debería faltar en la dieta es la vitamina A.
El instituto de investigación Mayo Clinic indica que es importante para la visión, el crecimiento, la división celular, la reproducción y la inmunidad. También tiene propiedades antioxidantes. “Los antioxidantes son sustancias que pueden proteger las células contra los efectos de los radicales libres, es decir, moléculas generadas cuando el cuerpo descompone los alimentos o cuando se lo expone al humo de tabaco y a la radiación. Los radicales libres podrían influir en las enfermedades cardíacas, el cáncer y otras afecciones”, precisa.
Su importancia para los ojos
A este nutriente se le conoce también como retinol, ya que produce los pigmentos en la retina del ojo. “Esta vitamina favorece la buena vista, especialmente ante la luz tenue”, precisa la Biblioteca de Medicina. El retinol preformado es una forma activa de vitamina A. Se encuentra en el hígado de los animales, la leche entera y algunos alimentos fortificados. También se halla como carotenoides provitamina A, los cuales son pigmentos de las plantas. Cuando el cuerpo los digiere se convierten en el mencionado nutriente.
Como ya se mencionó, la ingesta regular de esta vitamina es clave para cuidar la visión y prevenir afecciones en la retina. Según la Asociación Americana de Oftalmología para ver todo el espectro de luz, el ojo tiene que producir ciertos pigmentos con el fin de que la retina funcione de manera adecuada.
Cuando no se consume la cantidad suficiente de esta vitamina, se impide la producción de estos pigmentos, lo que ocasiona ceguera nocturna. Los ojos también necesitan vitamina A para nutrir otras partes, como la córnea y sin suficiente cantidad de este nutriente no se genera la humedad que requieren para mantenerse debidamente lubricados.
Si la carencia de esta vitamina es grave, la conjuntiva, es decir, el recubrimiento de la parte blanca del ojo que ayuda a lubricarlo se seca, esto puede ocasionar la aparición de úlceras y si no se trata de manera adecuada, con el tiempo esto deriva en pérdida de visión y ceguera total, precisan los especialistas.
¿Cómo obtener la vitamina A?
Normalmente las vitaminas se encuentran en las cantidades suficientes en la alimentación, especialmente en las frutas y verduras, por ello estos alimentos deben ingerirse de manera regular y en las cantidades adecuadas para evitar deficiencias. Estos son algunos de los que más la aportan.
- Productos lácteos como queso y leche fortificada (lo aconsejable es escoger opciones lácteas sin grasa o bajas en grasa).
- Frutas y verduras de color naranja y amarillo, como zanahorias, mangos y melón.
- Brócoli, espinaca y la mayoría de los vegetales de hoja verde oscuro.
Los expertos aseguran que cuanto más profundo o brillante es el color de la fruta u hortaliza, mayor es la cantidad de carotenoides. Estas fuentes vegetales de betacaroteno no tienen grasa ni colesterol y su absorción mejora si estas fuentes se consumen con una pequeña cantidad de grasa.
Hay algunas personas que tienen mayor riesgo de enfrentar deficiencia de vitamina A y dentro de ese grupo están las que padecen de inflamación intestinal, enfermedades del hígado y el páncreas o han realizado dietas muy severas.