El acné es un trastorno de la piel que ocurre cuando los folículos pilosos se tapan con grasa y células cutáneas muertas causando puntos blancos, puntos negros o granos, de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.

Además, explicó que algunos factores que pueden desencadenar o empeorar el acné son:

  • Cambios hormonales. Los andrógenos son hormonas que aumentan en los jóvenes durante la pubertad y que hacen que las glándulas sebáceas se agranden y produzcan más sebo. Los cambios hormonales durante la madurez, especialmente en las mujeres, también pueden provocar brotes.
  • Ciertos medicamentos. Los ejemplos incluyen medicamentos que contienen corticosteroides, testosterona o litio.
  • Alimentación. Los estudios indican que el consumo de determinados alimentos, incluidos los alimentos ricos en carbohidratos, como el pan, los bagels y las papas fritas, puede empeorar el acné, pero se necesitan más estudios para evaluar si las personas con acné se beneficiarían con algunas restricciones específicas de alimentación.
  • Estrés. El estrés no causa acné, pero, si ya se padece, puede empeorarlo.

Dicho lo anterior, el portal de belleza Marie Claire citó una publicación de la Universidad Médica de Białystok1 que reveló cuáles son las vitaminas que ayudan a reducir el acné y a eliminar las bacterias de la piel:

  • Vitamina A: Es importante para la visión normal, el sistema inmunitario, la reproducción, además del crecimiento y el desarrollo, de acuerdo con los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés).
  • Vitamina C (ácido ascórbico): Es un nutriente que el cuerpo necesita para formar vasos sanguíneos, cartílagos, músculos, colágeno en los huesos y también es vital para el proceso de curación del cuerpo, según con Mayo Clinic.
  • Vitamina D: Es un nutriente necesario para la salud, pues ayuda al cuerpo a absorber el calcio. Asimismo, los músculos la necesitan para el movimiento y los nervios para transmitir mensajes entre el cerebro y otras partes del cuerpo. Adicional, la vitamina D es indispensable para que el sistema inmunitario pueda combatir las bacterias y los virus que lo atacan, explicaron los NIH.
  • Vitamina E: Actúa como antioxidante, al ayudar a proteger las células contra los daños causados por los radicales libres, según los NIH.

No obstante, es importante señalar que la cantidad de vitaminas que necesita una persona depende de la edad, el sexo y los hábitos que tenga, entre otros.

Por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.

Por su parte, otros tratamientos para tratar la afección que pueden resultar útiles, según Mayo Clinic, son:

  • “Fototerapia. Se han probado con relativo éxito diversos tratamientos basados en la luz. La mayoría requerirá varias visitas al consultorio del médico. Se necesitan más estudios para determinar el método, la fuente de luz y las dosis ideales.
  • Exfoliación química. En este procedimiento se aplica repetidamente una solución química, por ejemplo, ácido salicílico, glicólico o retinoico. Este tratamiento es para el acné leve. Podría mejorar la apariencia de la piel, aunque el cambio no es duradero y, por lo general, es necesario repetir los tratamientos.
  • Drenaje y extracción. Es posible que el médico use herramientas especiales para quitar con cuidado los comedones cerrados (o espinillas blancas), los comedones abiertos (o espinillas negras) o los quistes que no se hayan eliminado con los medicamentos tópicos. Esta técnica mejora temporalmente el aspecto de la piel, pero también podría dejar cicatrices.
  • Infiltración con esteroides. Las lesiones nodulares y quísticas se pueden tratar mediante la infiltración con esteroides. Esta terapia ha dado como resultado una rápida mejora y disminución del dolor. Los efectos secundarios pueden incluir cambio de color y adelgazamiento de la piel en la zona tratada”.