La vitamina K es un arma secreta para impedir que las ojeras hagan de las suyas y generen estragos propios del envejecimiento prematuros. El uso adecuado de este nutriente es clave a la hora de gozar de vitalidad.
Medline Plus explica que la vitamina K se conoce como ‘la vitamina de la coagulación’. El organismo necesita obligatoriamente consumir este nutriente, debido a que es un pilar para producir ciertas proteínas del hígado encargadas de coagular la sangre.
Estas proteínas se denominan factores de coagulación. Sin la vitamina K, el hígado no podría producir los factores de coagulación II, VII, IX y X, y la sangre no coagularía. Del mismo modo, este nutriente beneficia considerablemente la salud ósea, en especial para adultos mayores.
La mejor manera de obtener vitamina K radica en las fuentes alimenticias, concretamente bajo el consumo de hortalizas de hoja verde, col, espinaca, hojas de nabo, col rizada, acelga, hojas de mostaza, perejil, lechuga romana y lechuga de hoja verde. También se recomiendan las verduras como las coles de Bruselas, brócoli, coliflor, repollo, pescado, hígado, carne de res, huevos y cereales.
El nivel diario promedio de ingesta que es suficiente para satisfacer las necesidades de nutrientes de casi todas las personas sanas (97% a 98%). Una dosis diaria recomendada es un nivel de ingesta basado en evidencia de investigación científica.
Para bebés, la recomendación es de 2 a 2.5 microgramos (mcg) por día. En el caso de los niños varía de 30 mcg/día a 60 mcg/día. Finalmente, para adolescentes y adultos, la ingesta adecuada radica en 75 - 120 mcg/día.
Uno de los beneficios proporcionados por esta vitamina tiene que ver con el cuidado de la piel. Los expertos señalan que este nutriente es un potencial antioxidante y antiinflamatorio. Como se mencionó anteriormente, la vitamina K contribuye en la coagulación de la sangre, un aspecto clave para reducir las ojeras.
Claire Chang, dermatóloga certificada por Union Square Laser Dermatology, de Nueva York, explica en Vogue México que la vitamina K es un nutriente esencial para tratar los círculos negros que rodean el contorno de los ojos y hacen parte de las imperfecciones más notables.
Si bien la mejor fuente es el consumo de alimentos, la experta señala que también se puede emplear de forma tópica en la zona donde se presentan las ojeras. Además, se recomienda mezclarla con vitamina C, E, árnica, cafeína y retinol para potenciar los resultados.
Para sacarle provecho de forma tónica, en las tiendas y farmacias es posible conseguirla en cremas. Una de las ventajas de este producto es que a medida que elimina las ojeras, influye positivamente en la desinflamación y pigmentación de la zona que cubre los ojos.
Lo ideal bajo la recomendación de la especialista radica en aplicar esta crema una vez al día por las mañanas, debido a que ofrece una capa protectora durante todo el día para conservar el rostro limpio ante las bacterias del exterior.
Por otro lado, la vitamina K aplicada como tónico cuenta con péptidos nutritivos, los cuales aportan en reafirmar las líneas y arrugas en pro de impedir su presencia en la piel. Otro compuesto compartido en estas cremas es el árnica montana, el cual se encarga de minimizar el enrojecimiento e inflamación, hidratar en profundidad las capas de la piel y retener humedad.