Una alergia es una reacción del sistema inmunitario hacia algo que no molesta a la mayoría de las demás personas, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Además, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, explicó que algunos de los causantes más frecuentes de alergia son:
- Alérgenos aéreos, como el polen, la caspa de mascotas, los ácaros del polvo y el moho.
- Ciertos alimentos, en especial el maní, frutos secos, trigo, soja, pescado, mariscos, huevos y leche.
- Picaduras de insectos, como las de abeja o de avispa.
- Medicamentos, en especial la penicilina o antibióticos basados en la penicilina.
- Látex u otras sustancias que toques, que pueden causar reacciones alérgicas en la piel.
De hecho, señaló que los síntomas de la alergia, que dependen de la sustancia involucrada, pueden afectar las vías respiratorias, los senos y fosas nasales, la piel y el aparato digestivo.
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Por ello, indicó que los síntomas son:
La fiebre del heno, también llamada ‘rinitis alérgica’, puede provocar:
- Estornudos.
- Picazón en la nariz, en los ojos o el paladar.
- Mocos, nariz congestionada.
- Ojos llorosos, irritados o hinchados (conjuntivitis).
Una alergia alimentaria puede causar:
- Hormigueo en la boca.
- Hinchazón en los labios, lengua, rostro o garganta.
- Urticaria.
- Anafilaxia.
Una alergia por una picadura de insecto puede causar:
- Una zona de una gran hinchazón (edema) en el lugar de la picadura.
- Picazón o urticaria en todo el cuerpo.
- Tos, opresión en el pecho, sibilancia o falta de aire.
- Anafilaxia.
Una alergia a un medicamento puede causar:
- Urticaria.
- Picazón en la piel.
- Erupción cutánea.
- Hinchazón en la cara.
- Sibilancia.
- Anafilaxia.
La dermatitis atópica, trastorno alérgico de la piel también llamado ‘eccema’, puede provocar:
- Picazón.
- Enrojecimiento.
- Hojuelas o escamas.
Dicho lo anterior, el portal Medical News Today reveló que la vitamina C “actúa como un antihistamínico natural” y un “estudio de 2000 sugiere tomar 2 gramos (g) de vitamina C a diario para actuar como un antihistamínico”.
Sin embargo, es importante señalar que los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) indicaron que la cantidad de vitamina C que se necesita por día depende de la edad y el sexo, pero en general las recomendaciones son:
- Bebés hasta los 6 meses de edad: 40 mg
- Bebés de 7 a 12 meses de edad: 50 mg
- Niños de 1 a 3 años: 15 mg
- Niños de 4 a 8 años: 25 mg
- Niños de 9 a 13 años: 45 mg
- Adolescentes (varones) de 14 a 18 años: 75 mg
- Adolescentes (niñas) de 14 a 18 años: 65 mg
- Adultos (hombres) 90 mg Adultos (mujeres): 75 mg
- Adolescentes embarazadas: 80 mg
- Mujeres embarazadas: 85 mg
- Adolescentes en período de lactancia 115: mg
- Mujeres en período de lactancia: 120 mg
Por ello, la mejor fuente alimenticia de vitamina C son las frutas y verduras sin cocinar o crudas y las frutas que tienen las mayores fuentes de vitamina C son, entre otras:
- Melón cantalupo.
- Frutas y jugos de cítricos, como las naranjas y toronjas (pomelos).
- Kiwi.
- Mango.
- Papaya.
- Piña.
- Fresas, frambuesas, moras y arándanos.
- Sandía o melón.
Las verduras que son las mayores fuentes de vitamina C incluyen:
- Brócoli, coles de Bruselas y coliflor.
- Pimientos rojos y verdes.
- Espinaca, repollo, nabos verdes y otras verduras de hoja.
- Papa o patata blanca y la dulce (camote).
- Tomates y su jugo.
- Calabaza.
De todos modos, antes de consumir algún alimento lo primero que hay que hacer es consultar al médico tratante o a un nutricionista para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas, ya que la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.