De acuerdo con un estudio realizado por investigadores del Instituto de Tecnología de Shibaura (Japón), se encontró “una nueva forma de combatir la obesidad y las enfermedades asociadas mediante una sustancia conocida, la vitamina E”, así lo explica el portal La razón.
En el análisis publicado en la revista Molecules y dirigido por el profesor Koji Fukui se halló que “los tocotrienoles (T3), un subtipo de vitaminas E tuvieron éxito, tanto en la prevención de la obesidad como en la reducción del ‘colesterol malo’”.
Según el portal La razón, “los investigadores encontraron que los T3 redujeron la acumulación de tejido adiposo blanco alrededor del hígado y los riñones. Además, los T3 ayudaron a reducir los niveles de colesterol LDL o ‘colesterol malo’ en la sangre, sin afectar los niveles de colesterol HDL, o ‘colesterol bueno’”.
El profesor Fukui indicó que en términos generales “los resultados sugieren que una mayor ingesta de tocotrienoles de los alimentos diarios puede ser eficaz para prevenir la obesidad”, en palabras que recoge el portal La razón.
El portal Diario de avisos también cita el estudio realizado en Japón. “El nuevo estudio realizó varios experimentos con ratones. Un grupo llevó a cabo una dieta alta en grasas, otro grupo recibió una dieta alta en grasas y fue tratado con T3, y otros dos grupos se alimentaron con una dieta control con o sin T3 asociado”.
Los investigadores encontraron que “el grupo de ratones que llevó a cabo una dieta alta en grasas durante 13 semanas aumentó mucho de peso en comparación al grupo control. Sin embargo, los ratones alimentados con una dieta alta en grasas junto a T3 poseían un peso corporal significativamente menor, y se detectó una menor acumulación de grasa alrededor de hígado y riñones. Así mismo, T3 también redujo los niveles de colesterol LDL o ‘colesterol malo’ sin afectar a los niveles de colesterol HDL o ‘colesterol bueno’.”, explicaron en el portal Diario de avisos.
El mencionado portal también resaltó que “los efectos generales de los T3 son un misterio, este estudio ya arroja algo de luz sobre los potenciales futuros tratamientos médicos para combatir la obesidad. Fukui y sus colegas esperan que esta investigación sea uno de los primeros pasos para fabricar tratamientos efectivos contra la obesidad”.
De igual manera, el profesor Ken Sato, quien trabaja en el Departamento de Medicina Interna de la Universidad de Medicina de Aichi, Nagakute, Japón, y su equipo llevaron a cabo un metaanálisis para examinar el efecto beneficioso de la vitamina E en la enfermedad del hígado graso no alcohólico (HGNA), incluida la esteatohepatitis no alcohólica (EHNA).
El objetivo de dicho estudio era evaluar la eficacia de la vitamina E para mejorar la función hepática. El profesor Sato concluye en su informe que “este metaanálisis indica que el tratamiento con vitamina E mejora los parámetros bioquímicos en suero y la histología hepática en HGNA/EHNA; en los pacientes adultos de EHNA; especialmente, la vitamina E también mejora la fibrosis, la inflamación y el balonamiento hepático”.
Cabe resaltar que el hígado graso causado por el estilo de vida y no por consumo de alcohol es un problema creciente en todo el mundo. Además, en sus primeras etapas, a menudo no presenta síntomas.
El hígado graso no alcohólico suele llevar asociados los efectos habituales del síndrome metabólico, es decir, obesidad, resistencia a la insulina y diabetes de tipo 2 (DT2). Ahora bien, el HGNA, que abarca varios trastornos, se ha convertido en un problema importante de salud y es la enfermedad hepática más frecuente en todo el mundo. Se calcula que su prevalencia ronda el 20-30 % de la población general y hasta el 70-80 % de las personas obesas, pero solo entre el 16 y el 20 % de las personas con peso normal.
Por otra parte, el patrón histológico del HGNA puede degenerar en EHNA, fibrosis hepática, cirrosis y también carcinoma hepatocelular. La terapia antioxidante en forma de vitamina E se ha considerado beneficiosa en el tratamiento de EHNA, pero era necesario seguir trabajando para comprender bien los datos.
Por eso, este análisis podría tener un importante impacto en la salud pública, ya que el hígado graso no alcohólico también se considera factor de riesgo para las enfermedades cardiovasculares, la DT2 y la insuficiencia renal crónica.
Sin embargo, aunque la vitamina E se ha utilizado a menudo en el tratamiento de HGNA/EHNA, no se ha cuantificado sistemáticamente la magnitud de la respuesta asociada a la vitamina E para mejorar la función y la histología hepáticas en estas dolencias.
Ahora bien, en el estudio, el profesor Sato utilizó criterios de inclusión y exclusión muy estrictos para evitar posibles imprecisiones. Por esta razón, la lista de publicaciones relevantes incluidas en el metaanálisis quedó reducida a cinco. El metaanálisis concluyó que la terapia con vitamina E puede reducir el nivel de daño hepático asociado a la hepatitis y la cirrosis en niños y adultos con HGNA y EHNA.
En específico, el tratamiento con vitamina E redujo considerablemente el nivel de determinadas enzimas hepáticas, elevado en personas con HGNA y EHNA. Desde el punto de vista de la patología celular, la vitamina E demostró reducir la esteatosis (retención anormal de lípidos en la célula que altera el núcleo), la inflamación lobular e incluso el balonamiento hepatocelular del hígado.