La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) “es la tercera causa de muerte en el mundo. En 2019 ocasionó 3,23 millones de defunciones”, asegura la Organización Mundial para la Salud (OMS). El consumo de tabaco, incluso la inhalación de humo y otras sustancias tóxicas, pueden ser factores que tiene mayor relevancia para el desarrollo de esta afección.

La institución la define como una enfermedad que se puede prevenir tanto en hombres como en mujeres. Por su parte, la National Heart, Lung and Blood Institute (NIH) menciona que es una enfermedad progresiva que se percibe por la dificultad que tiene el paciente para respirar.

Es entonces que dos enfermedades se relacionan con ella: la bronquitis crónica y el enfisema.

  • Enfisema: la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, MedlinePlus, asegura que es “una enfermedad pulmonar en que se produce daño a los sacos de aire (alvéolos)”.

Asma

Una de las afecciones que incide en los pulmones es el asma, un problema que produce hinchazón en las vías respiratorias generando así mucosidad. Así lo señala, NIH: las vías respiratorias “son conductos que transportan el aire y permiten” la entrada y salida de los pulmones.

De acuerdo con la Clínica Mayo, “el asma no tiene cura”. Los principales síntomas son: falta del aire, somnolencia o dificultad para dormir, tos y dolor en el pecho. Algunas actividades como el ejercicio o la inhalación de olores de productos químicos, pueden desencadenar episodios de asma.

Así mismo, la entidad americana explica que no se han confirmado las causas de esta afección respiratoria; sin embargo, factores genéticos y ambientales pueden ser causantes de esta problemática.

“La exposición a varios irritantes y a sustancias que desencadenan alergias (alérgenos) puede provocar signos y síntomas de asma”; asegura la Clínica Mayo que los alérgenos pueden incentivar a la aparición del asma.

Foto referencia sobre pulmones. | Foto: Foto: Getty Images.

Vitamina D y su relación con enfermedades respiratorias

Esta vitamina tiene como función absorber el calcio. Se obtiene ya sea por una dieta equilibrada, la exposición al sol y/o a través de suplementos. Es de mencionar que, aunque luego de la exposición al sol el cuerpo desarrolla vitamina D, permanecer por un tiempo prolongado bajo él puede producir cáncer de piel o envejecimiento prematuro.

La institución de salud y ciencia americana, explica que entre los alimentos que son ricos en vitamina D se encuentran los huevos, la leche, el pescado y el hígado, por ejemplo. Sin embargo, la falta de ella puede provocar osteoporosis, raquitismo y debilitamiento muscular, entre otras enfermedades.

De acuerdo con la Fundación Dany Cerebral Adquirit, la vitamina D ayuda en la modulación de la plasticidad neuronal, que ante su ausencia en el organismo, dificulta dicha función, aumentando el riesgo de enfermedades cognitivas. La vitamina E también participa en esta función.

La vitamina D es indispensable para la salud de los huesos. | Foto: Getty Images

Pero su efecto sobre el sistema respiratorio, puede ser favorable. De acuerdo con los archivos de Bronconeumología de la International Journal of Spanish Respiratory Society of Pulmonology and Thoracic Surgery, en el artículo titulado “Papel de la vitamina D en enfermedad pulmonar obstructiva crónica, asma y otras enfermedades respiratorias”, liderado por Jaime García de Tena, entre otros, determina que el déficit de vitamina D es asociado con enfermedades respiratorias, apreciando que algunos pacientes con un diagnóstico de asma y EPOC podrían presentar mejoría si se corrigiera su ausencia en el organismo.

No obstante, sugiere la inclusión de ensayos clínicos que determinen si los suplementos de vitamina D pueden o no mejorar enfermedades respiratorias, o tal vez, prevenirlas.