La Clínica Mayo asocia la pérdida de memoria con el envejecimiento. Sin embargo, es de mencionar que su daño puede ser ocasional en algunas personas, lo que no determina la aparición de enfermedades como el Alzheimer.
La entidad de investigación señala la normalidad que existe en el olvido de los nombres de objetos y/o personas, y quizá de fechas, que ocurre en la edad adulta, que puede ser tratada y no dificulta las actividades cotidianas.
De acuerdo con la Biblioteca de Medicina de los Estados Unidos, MedlinePlus, la demencia es una “pérdida de la función cerebral que ocurre a causa de ciertas enfermedades”, impactando el lenguaje, el pensamiento, la memoria y el comportamiento de quienes la padecen.
En la mayoría de los casos, la demencia aparece en adultos mayores, siendo esta enfermedad irreversible en algunos casos. Por ejemplo, la enfermedad de Huntington, la esclerosis múltiple, el mal de Parkinson y la parálisis supranuclear progresiva pueden desarrollar demencia.
Algunas de sus causas, según MedlinePlus, se deben a lesiones cerebrales, consumo excesivo de alcohol, bajos niveles de vitamina B12, y/o hidrocefalia normotensiva.
A su vez, de acuerdo con la Clínica Mayo, el Alzheimer es un trastorno progresivo, que es causado por demencia que afecta la calidad de vida de una persona.
“La enfermedad de Alzheimer, que es la forma más común de demencia, acapara entre un 60 % y un 70 % de los casos”, precisa la Organización Mundial para la Salud (OMS). La National Institute on Aging asegura que el Alzheimer “es una de las causas principales de muerte en los Estados Unidos”.
Es importante destacar que aún no se conoce su cura; sin embargo, es indispensable estar bajo tratamiento médico y seguir cada una de las indicaciones para impedir que la enfermedad avance.
Como se mencionó, los síntomas más frecuentes de esta enfermedad son el olvido recurrente de conversaciones o palabras habituales. Entre esto, la desubicación geográfica o el no reconocimiento de lugares conocidos ni personas pueden ser señales de alerta.
En ese sentido, el portal de salud Cuerpomente asegura que con la ingesta de algunas vitaminas, como la B1, las neuronas se pueden ver beneficiadas. El sitio web citado asegura que la tiamina -como también es conocida la B1- mejora las funciones del cerebro.
Aquellos que consumen alcohol pueden interrumpir los efectos de esta vitamina porque esta bebida no facilita su absorción en el organismo.
Por su parte, la entidad americana afirma que la vitamina B1 es fundamental para el desarrollo de una persona y esta se obtiene con el consumo de ciertas frutas y verduras o proteínas como el arroz y la carne de cerdo.
Este nutriente se puede obtener como suplemento y puede cumplir las mismas funciones que un alimento que tenga vitamina B1. Sin embargo, aunque sus efectos secundarios pueden ser seguidos de reacciones alérgicas, se aconseja consultar con un médico para recibir el tratamiento adecuado tras su ingesta.
MedlinePlus precisa que la tiamina se usa para fortalecer el sistema inmunológico, para aliviar síntomas producidos por enfermedades del corazón y la diabetes, por ejemplo.
No obstante, la misma institución señala que tras algunos estudios sobre las funciones de este nutriente, la posibilidad de que la vitamina B1 sirva para la irrigación sanguínea cada vez es menor.
“La ingesta de tiamina está vinculada a una disminución del riesgo de tener demencia en personas con trastorno por consumo de bebidas alcohólicas”, determina un artículo de MedlinePlus.
Se aconseja que ante el déficit de esta vitamina se consulte con un profesional de la salud, para seguir los tratamientos que contribuyan en su obtención.