No cabe duda que uno de los factores más importantes para el ser humano es la salud cerebral, motivo por el cual hay que cuidarla constantemente, es decir, día a día, con el propósito de evitar diferentes afecciones como la demencia o la misma enfermedad de Alzheimer.
Una forma efectiva para fortalecer el cerebro y mejorar la concentración es a través de una buena dieta, debido a que existen diferentes alimentos ricos en vitamina B que mejoran la memoria. Otras formas para mejorar y fortalecer la memoria, como, por ejemplo, leer mínimo 30 minutos al día, jugar al abecedario, entre otros más.
Según un estudio realizado por las Universidades de Granada, Simón Bolívar de Venezuela y York de Reino Unido, los alimentos ricos en colina, nutriente que hace parte del grupo de la vitamina B.
La colina regula los procesos de atención y memoria se encuentran en alimentos como el huevo, trigo, soya, hígado de pollo o de res. Otros alimentos que ayudan al buen funcionamiento de la memoria son los arándanos, chocolate oscuro, granos enteros, pescado, linaza, productos lácteos y nueces.
Asimismo, el portal Salud 180 indica que las personas que consumen alimentos ricos en este nutriente tiene mejor rendimiento en los test de memoria, ya que son menos propensos a registrar cambios cerebrales asociados con la demencia.
Por otra parte, el portal Mayo Clinic ofrece un compilado de recomendaciones que ayudan a mejorar la memoria y son las siguientes:
- Controlar las afecciones crónicas.
- Organizarse.
- Dormir bien.
- Mantenerse activo mentalmente.
- Realizar ejercicio.
- Socializar con frecuencia.
El tipo de lectura que se debe realizar a diario para prevenir el Alzheimer
Entre las enfermedades que más impactan la salud del cerebro es el Alzheimer, un trastorno neurológico progresivo que hace que el cerebro se encoja (atrofia) y que las neuronas cerebrales mueran. De acuerdo con Mayo Clinic, esta afección es la causa más común de demencia, un deterioro continuo en el pensamiento, el comportamiento y las habilidades sociales que afecta la capacidad de una persona para vivir de forma independiente.
Normalmente, el Alzheimer trae consigo signos tempranos como el olvido de eventos o conversaciones recientes, pero a medida que va progresando, se presenta un grave deterioro de la memoria y perderá la capacidad para llevar a cabo las tareas cotidianas.
Hasta el momento, no hay ningún tipo de tratamiento que cure esta enfermedad o que altere la evolución de la enfermedad en el cerebro, pero sí existen medicamentos que pueden mejorar temporalmente los síntomas o retardar su progresión.
Asimismo, esta afección se puede prevenir con hábitos saludables como el ejercicio físico, una buena alimentación, entrenamiento mental, entre otras actividades. Del mismo modo, el Instituto de Neurociencias indica que la lectura, tal y como han demostrado diversos y numerosos estudios, es uno de los hábitos más beneficiosos para el cerebro. Este es “un proceso por el cual, nuestros ojos van recorriendo un escrito, y nuestro cerebro va interpretando, organizando, y comprendiendo”.
Por lo general, cuando se lee un escrito extenso, se van desarrollando capacidades de pensamiento crítico y analítico, reflexivo, y creativo, ejercitando así la memoria, imaginación, capacidad de abstracción y la inteligencia. De este modo, esta actividad mental es la gimnasia más efectiva para prevenir dicha afección y es un hábito que se debe desarrollar desde la niñez, para que el cerebro desarrolle todas sus funciones cognitivas.
Así las cosas, los expertos señalan que en todas las fases es aconsejable la lectura en voz alta, ya que ayuda a fijar la atención en la actividad, vocalizar y tener un buen ritmo.
- Fase leve: de acuerdo con el portal web Geriatricarea las personas con Alzheimer puede leer relatos cortos o con pocos personajes y argumentos poco complicados, cuentos o noticias en la prensa.
- Fase moderada: durante esta fase es aconsejable recurrir a textos como la poesía, las fábulas o historias cortas que tengan pocos personajes.
- Fase avanzada: en esta etapa se recomienda optar por la lectura de palabras o frases, escritas con claridad, ya que las personas en esta fase suelen reaccionar positivamente a refranes, dichos populares y a la lectura de textos que tengan un significado para ellos.