Si desea mantener unos huesos sanos y fuertes, reforzar el sistema inmunológico y contribuir al bienestar mental, se recomienda incluir la vitamina D3 en la alimentación diaria.

Dentro de los alimentos que contienen la mencionada vitamina se encuentran las ostras, pescados grasos como el salmón y el atún, cerdo, yemas de huevo, leche vegetal fortificada, el jugo de naranja, los cereales y diversos productos lácteos como la leche, el yogur y algunos quesos.

El atún es uno de los alimentos que aporta vitamina D de manera natural al cuerpo. | Foto: Getty Images

Pasar tiempo al aire libre y recibir la luz del sol diariamente también contribuye a la obtención de la poderosa vitamina, pues el organismo del cuerpo humano es capaz de sintetizarla gracias a los rayos solares.

¿Cuándo se necesita la vitamina D3?

La cantidad diaria recomendada de vitamina D es:

Para bebés de 0 a 12 meses: 10 microgramos.

Para personas de 1 a 70 años: 15 microgramos

Para personas mayores de 70 años: 20 microgramos.

Sin embargo, es importante aclarar que pasar tiempo bajo el sol, al menos tres veces a la semana, con los brazos y las piernas expuestas, es suficiente para reducir la deficiencia de vitaminas. Es indispensable usar bloqueador solar para facilitar la absorción de la vitamina, evitar las marcas de envejecimiento y prevenir quemaduras.

La mejor forma de conseguir vitamina D es con la luz solar. | Foto: Getty Images

¿Para qué sirve la vitamina D3?

Esta tiene múltiples beneficios a nivel de salud, entre los cuales se encuentran:

Fortalece y fomenta unos huesos saludables. Esta vitamina contribuye a la absorción de calcio y fósforo, los cuales mejoran la salud ósea. Si no se tiene la cantidad adecuada de propiedades, la deficiencia de calcio puede generar enfermedades como lo son la osteoporosis y la osteopenia.

Regula el sistema inmunológico. La vitamina D contribuye a la formación adecuada de las defensas, regulando así la producción de células B y T, las cuales son responsables de eliminar patógenos, combatiendo a las bacterias y los hongos.

Son varias las investigaciones que han revelado que ingerir suplementos vitamínicos durante las temporadas de fuertes gripes y resfriados reduce el riesgo de sufrir infecciones respiratorias.

Puede reducir el riesgo de padecer enfermedades como el cáncer. Distintos análisis realizados por profesionales de la salud han demostrado que la vitamina D ofrece algunos beneficios protectores para varios tipos de cáncer como el de mama, de próstata, de páncreas e incluso el colorrectal, el cual es el que cuenta con mayor evidencia sólida.

¿Cuál es la diferencia entre la vitamina D2 y la vitamina D3?

Mientras que la vitamina D2 se encuentra en fuentes vegetales, hongos, levaduras y suplementos, la vitamina D3 se encuentra en productos de proteína animal y es producida por el cuerpo humano cuando recibe la luz solar.

Cápsulas de vitamina D. | Foto: Getty Images / Peter Dazeley

¿Cuánta vitamina D es recomendada consumir?

Al ser una vitamina liposoluble, puede permanecer en el cuerpo, específicamente en el tejido graso y en el hígado durante largas temporadas de tiempo. Es decir, que una sobreacumulación de la misma en el cuerpo puede producir hipercalcemia.

Esta condición puede causar pérdida del apetito, sed excesiva, náuseas, vómitos, debilidad muscular, dolor, deshidratación y cálculos renales.

Vitamina D | Foto: GettyImages

Los niveles muy altos de vitamina D pueden causar efectos secundarios aún más graves, como la insuficiencia renal, latidos cardíacos irregulares e incluso la muerte.

Es importante consultar urgentemente a un médico si se sospecha de una posible sobreacumulación de vitaminas, el cual deberá realizar los respectivos exámenes de laboratorio que indicarán en qué nivel de riesgo se encuentra el paciente.

Importante: Recuerde que la vitamina D3 es indispensable para mantener la salud de los huesos, mejorar el funcionamiento del sistema inmune, mejorar la salud mental e incluso desempeña un relevante papel en la prevención del cáncer. Sin embargo, hay que consumirlo bajo la atención médica sin exceder su consumo.