La piel es el órgano más grande del cuerpo humano y es uno de los que más atención necesita, pues recubre a todos los sistemas del organismo y en varias partes queda expuesta a las inclemencias del clima, la contaminación, el trabajo y muchas más actividades y situaciones que los seres humanos enfrentan en el día a día, que cada vez es más truculento y exigente.
Por eso es importante recurrir a los avances tecnológicos que han ayudado a reconocer cuáles son esos elementos existentes que le pueden dar una ayuda extra a la piel, para que ella misma pueda regenerarse y retrasar las inevitables señales de la edad y la vejez, manteniendo su firmeza, su brillo y hasta su tono de una forma matizada y homogénea, como si se tratara de la de una modelo de revista.
El primer elemento que puede ayudar con este objetivo es la Vitamina C, el antioxidante más conocido en el mercado y uno de los más potentes a la hora de actuar en el cuerpo. Esta vitamina “estimula la síntesis de colágeno, fundamental para evitar la flacidez, y tiene acción despigmentante, ayudan a reducir y prevenir las manchas”, tal como lo informa el portal El Economista de España. Además, también hace las veces de protector contra los radicales libres, los causantes de la “vejez” en la piel.
Hay varias formas de poder tener esta vitamina; sin embargo, cada tipo tiene sus características. Está la vitamina C pura que se conoce como ácido L-ascórbico, cuya eficacia es 100% garantizada, sin embargo, puede llegar a ser inestable e irritante. Ahora, también están otros derivados del ascorbato, ascorbil fosfato y demás, pero estos no son tan eficaces, aun siendo más fáciles de conseguir y manipular.
En los cosméticos también se encuentra esta vitamina, sin embargo, hay que cerciorarse que dicho producto contenga concentraciones entre el 5 y el 10%, para que en verdad surta efecto en la piel tal y como se desea.
Por otro lado, el retinol también es uno de los reyes a la hora de cuidar la piel, siendo conocido como el que más actúa contra los efectos de la edad y regenera de una forma activa a toda la piel. Su método de trabajo es parecido al del peeling, que en esencia lo que hace es inducir la renovación celular sustituyendo la capa superficial de la piel por una nueva, lo que puede provocar irritación y ardor, pero luego se verán los resultados.
Una de las cosas más importantes a la hora de utilizar el retinol es que mientras se usa hay que cuidar la piel del sol bajo cualquier circunstancia, para no interferir ni dañar con los procesos de renovación epitelial. “Existen diversas formas, algunos como el ácido retinoico, solo se pueden conseguir bajo prescripción médica. Sin prescripción podemos encontrar el retinol, el retinaldehido o el retinil que son menos irritantes”, tal como informa el portal.
Además, también es muy importante ir conociendo la tolerancia de la piel a la hora de emplear retinol, pues lo ideal es que se aplique de forma gradual de dos a tres veces por semana, para no generar un impacto tan fuerte en la piel.
Estos elementos son válidos, pero es importante que ante cualquier duda se consulte con expertos, pues vale reiterar que cada piel es diferente y podría adoptar estas ayudas de maneras distintas. Además, es pertinente reconocer muy bien los signos de alerta del propio cuerpo, pues ante cualquier reacción alérgica o adversa es pertinente ir rápidamente ante un médico especialista.
Estos tratamientos también se deben apoyar de una alimentación sana, balanceada y con mucha hidratación, lo que estaría ligado a un estilo de vida saludable.