Los huesos, como la mayoría de partes del organismo, cumplen funciones clave para su normal funcionamiento. Por ejemplo, trabajan junto con los músculos para sostener el cuerpo cuando las personas están de pie y para movilizar el cuerpo cuando caminan o corren.
De igual forma, estas estructuras albergan la médula ósea, que produce las células sanguíneas, almacenan minerales como el calcio y liberan factores en la sangre que son necesarios para el funcionamiento normal de los órganos blandos como el riñón, precisa el Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel, de Estados Unidos.
Los huesos son estructuras que están compuestas de proteínas, colágeno y minerales, especialmente calcio. El colágeno suministra un marco para la incorporación de minerales, principalmente el fosfato de calcio. Este mineral hace que el hueso sea duro y fuerte, mientras que el colágeno le da flexibilidad para que pueda resistir las fracturas.
Con el paso de los años, la estructura ósea va perdiendo firmeza y los huesos se vuelven más susceptibles de enfrentar fracturas, por lo que es importante alimentarse bien e incluir en la dieta algunas vitaminas que son determinantes para cuidar la salud de los huesos.
La vitamina para fortalecer los huesos
Una de ellas es la vitamina K, a la cual se le conoce como la de la coagulación, pues el cuerpo la requiere para producir ciertas proteínas en el hígado que hacen que la sangre se coagule. Estas proteínas se denominan factores de coagulación. Los expertos explican que sin la misma, el hígado no podría producir los factores de coagulación II, VII, IX y X, y la sangre no coagularía.
De igual forma, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos indica que hay investigaciones que han determinado que es un nutriente que ayuda a los adultos mayores mantengan los huesos fuertes.
Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos precisan que cuando hay una deficiencia marcada de este nutriente se reduce la fuerza de los huesos e incrementa el riesgo de desarrollar osteoporosis, una enfermedad en que los huesos se vuelven débiles y corren más riesgo de enfrentar fracturas.
La citada fuente asegura que hay estudios que indican que las personas que consumen más alimentos ricos en vitamina K tienen huesos más fuertes y menos probabilidades de romperse la cadera que quienes consumen menos de estos alimentos.
“Un par de estudios han descubierto que tomar suplementos de vitamina K mejora la fuerza de los huesos y las probabilidades de romperse un hueso, pero otros estudios no llegaron a la misma conclusión, por lo que se requieren más análisis para determinar mejor si los suplementos de vitamina K ayudan a mejorar la salud ósea y a reducir el riesgo de osteoporosis”, precisa.
¿Cómo se obtiene?
La mejor manera de obtener los requerimientos diarios de esta vitamina es con el consumo de algunos alimentos como los siguientes:
- Hortalizas de hoja verde, como la col, la espinaca, las hojas de nabos, la col rizada, la acelga, las hojas de mostaza, el perejil, la lechuga romana y la lechuga de hoja verde.
- Verduras como las coles de Bruselas, el brócoli, la coliflor y el repollo.
- El pescado, el hígado, la carne de res, los huevos y cereales (contienen cantidades más pequeñas).
La vitamina K también es elaborada por las bacterias que se encuentran en el tracto gastrointestinal inferior.
Los especialistas aseguran que la deficiencia de este nutriente es poco común, pero hay algunas personas que pueden tener dificultades para obtener la cantidad suficiente. Estas son algunas de ellas:
- Los recién nacidos que no reciben una inyección de vitamina K al nacer.
- Las personas con determinados trastornos (como la fibrosis quística, la enfermedad celíaca, la colitis ulcerosa, el síndrome de intestino corto) que disminuyen la cantidad de vitamina K que el cuerpo absorbe.
- Quienes han tenido cirugía bariátrica.