El cerebro es un órgano vital para el cuerpo humano. Se divide en dos hemisferios que están involucrados en casi todas funciones que una persona lleva a cabo diariamente.

Según el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, “las áreas internas del cerebro controlan el funcionamiento de los músculos; también controlan el habla, el pensamiento, las emociones, la lectura, la redacción y el aprendizaje”.

Este órgano transmite sus señales a través de la médula espinal, la cual baja desde la cabeza por toda la espalda. En su interior lleva lo que se conoce como nervios, encargados de llevar las órdenes del cerebro al resto de los órganos o devolver los mensajes que estos transmiten para saber como debe reaccionar el cuerpo.

Por lo anterior, mantener el cerebro en óptimas condiciones de salud es vital para tener una vida cotidiana tranquila alejada de las enfermedades crónicas. Algunas vitaminas ayudan a cumplir con este objetivo gracias a la acción que sus componentes ejercen sobre el sistema nervioso. Varias de estas son:

Vitamina C

La cantidad más alta de vitamina C se puede encontrar en el cerebro, especialmente en una glándula llamada pituitaria.

La vitamina C es importante en la síntesis del neurotransmisor dopamina y también trabaja para proteger al cerebro contra el estrés oxidativo. Se recomienda ingerir diariamente alrededor de 90 miligramos de brócoli, coliflor, naranjas, mandarinas o fresas, según el portal vitamínico Vijosa.

Vitamina E

Esta vitamina protege las células del estrés oxidativo. Un estudio de la Asociación Americana de Medicina encontró que niveles altos de vitamina E previenen y retrasan el desarrollo de Alzheimer.

Entre los alimentos que contienen vitamina E están las nueces como las almendras, el maní y las avellanas; los aceites vegetales de maíz como el de trigo o girasol; y las hortalizas de hoja verde como las espinacas y el brócoli, según reseña Medline Plus.

Vitaminas del grupo B

En este grupo se incluyen:

  • B6 (piridoxina): la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos asegura que esta vitamina es necesaria para el correcto funcionamiento de los azúcares, las grasas y las proteínas del cuerpo. También es necesaria para el desarrollo del cerebro, los nervios, la piel y muchas otras partes del cuerpo.
  • B12 (cobalamina): el déficit de esta puede causar pérdida de memoria, enlentecimiento mental o afectar negativamente al humor. Según el instituto de investigaciones clínicas Mayo Clinic, la vitamina B-12 “ayuda a mantener la salud de las células nerviosas y los glóbulos rojos”.

Vitamina D

Se ha demostrado que es crucial en la salud de las funciones nerviosas. Es una de las vitaminas más fáciles obtener debido a que solo basta con que el paciente pase entre 20 y 30 minutos en exposición solar directa. La deficiencia de esta vitamina se asocia con un estado anímico bajo y el deterioro del rendimiento cognitivo.

Además, algunos alimentos también la contienen. Estos son: pescado azul (salmón, atún) y, en menor cantidad, hígado de ternera, queso y los cereales fortificados.