El cuerpo requiere de múltiples vitaminas para funcionar óptimamente. Una de ellas es la vitamina K. Esta es importante para la coagulación de la sangre y la salud ósea. Asimismo, es un nutriente relevante para otras funciones del organismo, que lo ayudan a mantenerse sano.
Cuando hay un déficit de esta vitamina se presentan afecciones que pueden poner en riesgo la vida de las personas, especialmente de los bebés, quienes nacen con una deficiencia de este nutriente.
“El sangrado por deficiencia de vitamina K sucede cuando los bebés no pueden parar de sangrar debido a que no tienen suficiente vitamina K en la sangre para formar un coágulo. El sangrado puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo, interna o externa. Cuando tiene lugar adentro del cuerpo, puede ser difícil notarlo. Con frecuencia, un bebé que tenga este tipo de afección sangrará en los intestinos o en el cerebro, lo cual puede provocar, en este último caso, un daño cerebral e incluso la muerte. Los bebés que no reciben la inyección de vitamina K al nacer pueden presentar un sangrado por deficiencia de esta vitamina en cualquier momento y hasta los 6 meses de edad”, detallan los CDC.
Teniendo en cuenta este peligro los bebés reciben una inyección de vitamina K al momento de nacer, con el fin de disminuir el riesgo de estas complicaciones de salud. En el caso de los adultos la deficiencia es poco común.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés) puede ocurrir en los siguientes casos:
- Personas con trastornos como fibrosis quística, enfermedad celíaca, colitis ulcerosa, síndrome de intestino corto.
- Personas que han tenido cirugía bariátrica.
¿Cuánta vitamina K requiere el ser humano?
La cantidad de esta vitamina depende de la etapa de la vida en la que se encuentre la persona
Bebés hasta los 6 meses de edad: 2.0 mcg
7 a 12 meses de edad: 2.5 mcg
1 a 3 años de edad: 30 mcg
4 a 8 años de edad: 55 mcg
9 a 13 años de edad: 60 mcg
14 a 18 años de edad: 75 mcg
Hombres adultos mayores de 19 años de edad: 120 mcg
Mujeres adultas mayores de 19 años de edad: 90 mcg
Adolescentes embarazadas o en período de lactancia: 75 mcg
Mujeres embarazadas o en período de lactancia: 90 mcg
Déficit de otras vitaminas
El déficit de vitaminas aumenta el riesgo del desarrollo de enfermedades carenciales. El portal Mejor con Salud destaca los síntomas o afecciones que se pueden presentar si se tiene la carencia de alguna vitamina.
Vitamina A
La carencia de esta vitamina es poco frecuente. Cuando esto sucede se pueden presentar dificultades en la visión o ceguera. Su déficit puede afectar gravemente el desarrollo de los niños. De acuerdo con Unicef, “la carencia de Vitamina A afecta en los países en desarrollo al sistema inmunológico de aproximadamente el 40% de los niños menores de cinco años. Supone la muerte de 1 millón de niños y niñas cada año”.
Vitaminas B
El complejo B es un grupo de ocho vitaminas, las cuales “ayudan al proceso que hace su cuerpo para obtener energía de la comida que usted consume”, reseña Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos. Este conjunto de micronutrientes pueden encontrarse en el pescado, pollo, carne de res, huevos, productos lácteos, frijoles y hojas verdes.
De acuerdo con Mejor con Salud, a continuación algunas de las afecciones que pueden sufrir las personas si carecen de las diferentes vitminas B:
- Vitamina B1 o tiamina: su deficiencia aumenta el riesgo de padecer “beriberi”, una enfermedad neurológica, la cual puede conducir a trastornos cardiovasculares.
- Vitamina B2 o riboflavina: problemas en las mucosas, como ojo seco, lagrimeo constante, inflamación de la lengua, etc.
- Vitamina B3 o niacina: la falta de esta vitamina ocasiona una enfermedad grave llamada “pelagra”.
- Vitamina B5 o ácido pantoténico problemas neurológicos, dermatológicos y gastrointestinales.
- Vitamina B6 o piridoxina: problemas digestivos o nerviosos.
- Vitamina B9 o ácido fólico: anemia de tipo megaloblástico. También afecta el crecimiento y el desarrollo mental normal.
- Vitamina B7 o biotina. Cuando hay un déficit de esta vitamina hay riesgo de padecer dermatitis y problemas gastrointestinales, nerviosos y musculares.
- Vitamina B12 o cobalamina. Anemia perniciosa y problemas sanguíneos y neuromusculares.