EN LAS NUMEROSAS ENTREVISTAS QUE se han hecho a Plácido Domingo con motivo de su próxima visita a Colombia, los jóvenes reporteros invariablemente le preguntan: "¿Y cuándo se retira?". No sin sonreír, el tenor español invariablemente les responde: "Aún no lo sé". La verdad es que a sus 54 años Domingo es uno de los infantes del bel canto. El privilegiado grupo que alterna hoy en los más prestigiosos escenarios del mundo está compuesto en su mayoría por fulgurantes sexa y septuagenarios. Para la muestra Luciano Pavarotti, quien con 60 años a cuestas tiene una de las mejores voces del mundo y no sólo puede cantar en los teatros de ópera sino en los estadios. Pero no es sólo él. La semana pasada la soprano española Monserrat Caballé, quien está próxima a cumplir 62 años, anunció que se prepara para dar un concierto al aire libre en Colonia. Alemania. Y ante la pregunta curiosa de los reporteros acerca de si cantar al aire libre no dañaba su voz, responde "el aire fresco es lo mejor que hay". Todo parece indicar que, en la música culta, el éxito y la consagración llegan después de los 50. De eso pueden dar fe dos cantantes colombianos, como el bajo Francisco Vergara y el tenor lírico Alejandro Ramírez, quienes empiezan a escalar los más altos peldaños de su carrera artística. En ese mundo, más que la figura es la voz lo que cuenta. Y también la experiencia. "Con la edad no sólo se logra el dominio de la voz y de las obras sino la madurez emocional, una condición indispensable para el canto", dice el médico de las mejores voces colombianas el otorrinolaringólogo Carlos Avellaneda, quien es además cantante-tenor y un apasionado de la música en todas sus expresiones. Por eso en las caricaturas el galán de la opera es casi siempre un tenor calvo y gordo, y se dice incluso que mientras más obeso mejor. "No es que por ser gorda una persona tenga mejor voz. Pero una buena técnica vocal, sumada a una excelente configuración para modular y ampliar el sonido, hace que sea mucho más potente, como el caso de Pavarotti", dice el especialista. Y la verdad es que la historia de ese género registra no pocos casos que demuestran que la longevidad de la voz antes que ser una excepción es una regla. La crítica de música María Teresa del Castillo hace un recuento de algunos de los cantantes de música culta de más larga vida artística en este siglo: a los 70 años, la alemana Lili Lehman daba recitales. El tenor italiano Giacomo Lauri Volpi, una de las mayores leyendas de longevidad vocal, dio su último recital a los 73 años. Joan Sutherland, soprano coloratura, dueña de una voz espectacular y una técnica de canto perfecta, se retiró de los escenarios hace cuatro años, después de 63 de carrera luminosa, aún con buena voz. El barítono francés Gabriel Bacquier, a los 71, aún está activo, desde hace años canta en el registro bajo y sus papeles bufos son memorables. El tenor lírico suizo Hugues Cuenod debutó a los 80 años en el Metropolitan Opera House de Nueva York en el papel del emperador de la ópera Turandot, aún con excelente voz. Pero quizás la más famosa de las voces longevas actuales sea la de Alfredo Kraus. "Este artista tiene una carrera curiosa -dice la comentarista-. Debutó con gran éxito, cantó durante algunos años variado repertorio, entre otros zarzuela, y después no se le volvió a oír en los grandes escenarios. En los años 80 reapareció con una voz intacta y aún canta de manera excelente. El año pasado, a los 67 años, interpretó en la ópera La Bastilla de París uno de sus papeles estrella, el Werther de Jules Massenet, y tuvo una crítica soberbia". Pero no sólo las estrellas del bel canto parecen estar dotadas de una voz invulnerable al paso del tiempo. En la música popular abundan los casos de artistas que han celebrado sus bodas de oro artísticas y siguen en el escenario. Frank Sinatra, a sus 78 años aún sigue haciendo honor al cálido timbre vocal que lo llevó a ser llamado 'La Voz'. Y la reina de la rumba, Celia Cruz, con 68 años y 74 discos sigue por el mundo derrochando vitalidad.Ellos son apenas dos pruebas vivientes de que las carreras de los cantantes parecen tener una licencia para perdurar indefinidamente. Total que a su lado, cincuentones como Rafael y Joan Manuel Serrat, quienes hace poco estuvieron en Colombia, apenas están haciendo sus pinitos aunque ya llevan a cuestas dos generaciones de admiradores. Igual sucede con los llamados dinosaurios del rock Rod Stewart, Elton John y Mick Jagger... quienes parecen estar dispuestos a morir cantando hasta el último día de sus vidas. Morir con el micrófono en la mano fue lo que hizo el cantante mexicano Pedro Vargas, quien durante más de 60 años llenó con su bellísima voz los escenarios del mundo. El tenor de las Américas, a los 86 años, debía subir al escenario con ayuda y pararse frente a un apoyo terapéutico para sostener su dolida humanidad, pero en cuanto abría la boca entonaba con la misma frescura de sus años mozos María bonita o Un viejo amor, haciendo delirar el corazón del público. EL SECRETO Aunque esas voces son, como dicen sus dueños,"un don de Dios", la verdad es que el secreto de su longevidad está en educarla y cuidarla. Luis Macía, tenor colombiano quien por muchos años estuvo dedicado a la docencia en el Conservatorio Nacional de Bogotá, señala que el secreto, aparte de los cuidados, está en "una buena escuela, que permita adquirir una muy buena técnica para no forzar la voz". El, como otros expertos, señala que por tratar de imitar las voces profesionales muchos cantantes pueden forzar la voz y, si no está entrenada, lesiona las cuerdas vocales y la puede echar a perder. Por ello advierte: "En un principio el profesor debe tener muy en cuenta las calidades y cualidades de su alumno para los ejercicios de técnica vocal. Esto es muy importante porque las cuerdas vocales son el instrumento más delicado que existe. Otro aspecto importante es guiar al alumno en el repertorio que debe cantar, debido a que la voz tiene su período de maduración. Existen cantantes que se lanzan a cantar obras que no son adecuadas para su voz y llega un momento en que se le puede acabar". Como los quesos y los vinos, las voces parecen mejorar con la edad. Es por eso que en los escenarios se ven cada vez más cincuentones y sexagenarios... Y tiene más que razón Plácido Domingo cuando afirma que cantará 10 años más... o los que quiera. Y Monserrat Caballé cuando asegura que lo importante al cantar al aire libre no es el clima sino un buen calentamiento previo. Y con tantos sexagenarios en los escenarios la pregunbta es: ¿será que la voz es lo único que no se pierde con la edad? El doctor Avellaneda, especializado en microcirugía de la laringe y alteraciones de la voz, señala: "El canto es un deporte de musculatura fina. La parte más importante de la voz es muscular. Por ello, con cuidados y disciplina, esta no se pierde con la edad". Para el especialista, estas voces que llegan hasta los 80 años despertando aplausos son privilegiadas más que por tener algo especial porque tuvieron la suerte de corresponder a personas que tenían la disciplina para cuidarlas. Es el caso de Matilde Díaz y Víctor Hugo Ayala, de quienes puede decirse que "mientras más viejos mejor". En cambio otras, también privilegiadas, se pierden -dice el doctor Avella- no por culpa del paso de los años sino por falta de cuidado. "La de Carlos Julio Ramírez ha sido la voz más espectacular que ha tenido Colombia en toda su historia, pero cuando dejó la disciplina y la abandonó, la perdió. Las últimas presentaciones que el barítono colombiano realizó tuvieron que ser reacomodadas en tonos más bajos porque las cualidades de esa bella voz que siempre tuvo ya estaban disminuidas", anota. A los ojos del especialista en laringe, todas las voces son buenas para cantar. Lo importante es educarlas y saber cuál es el tono natural para cantar en esa nota y no en otra. "Imitar a los cantantes profesionales es un error que puede costar. Se deben escoger canciones que sean cómodas y ajustarlas a la nota que le sea fácil de cantar a cada uno". Las mejores pruebas de ello son dos roncos de oro: Helenita Vargas y Louis Armstrong. Igualmente el especialista señala que hace unos años, por cuenta de Pedrito Fernández, el de La mochila azul, llegaron a su consultorio muchos niños con las cuerdas vocales lesionadas. Lo cierto es que en otras disciplinas el paso de los años conduce inevitablemente al retiro. Y muchas carreras artísticas, en las que lo que cuenta es la apariencia, apenas logran prolongarse con ayuda de la cirugía plástica. El canto, a pesar de ser una de las artes más exigentes, puede convertirse en una profesión con licencia para permanecer hasta el final. Porque no son pocos los que han logrado el sueño de los cisnes: morir cantando. MATILDE DIAZ: CANTAR HASTA EL FINALHACE DOS años Matilde Díaz celebró sus bodas de oro artísticas, y luego de cantar durante 52 años considera que su voz está cada vez mejor. "No sólo porque uno adquiere más experiencia y dominio, sino porque mientras más madurez emocional uno tenga, mejor canta. Creo que mi voz es hoy mejor que cuando comencé a cantar". La popular cantante colombiana que, junto con la orquesta de Lucho Bermúdez hizo bailar por varias décadas al país entero, asegura que los únicos cuidados que tiene son "no fumar y no tomar trago. Incluso cuando trasnochaba con la orquesta me cuidaba mucho ", dice. Matilde Díaz se ha retirado de los escenarios en dos oportunidades, pero ninguna por causa de la voz. "Apenas oigo cantar a Celia Cruz -su gran amiga- me entra el antojo de nuevo", dice. Por eso, con 70 años recién cumplidos, Matilde se prepara para actuar el próximo 22 de julio en Nueva York, al lado de Celia Cruz. Además está grabando viejos temas del maestro Lucho Bermúdez y realiza conciertos esporádicos con la música que la hizo famosa. "Y aunque son sin trago y sin baile, la verdad no puedo evitar que apenas entono Carmen de Bolívar la gente se pare a bailar".