En diversos escenarios de la vida, como el estudio o el trabajo, es necesario recordar cierta información importante para el desarrollo de las tareas diarias. Sin embargo, la memoria está lejos de ser un proceso sencillo.
Como explican los expertos de Medline Plus, portal sobre temas asociados a la salud, hay varios tipos de memoria. En primer lugar, está la memoria a corto plazo, la cual recoge y almacena la información nueva que recibe el ser humano, pero solo la conserva por un periodo de tiempo mínimo, ya sea minutos o segundos. Por otra parte, está la memoria de largo plazo, la cual guarda la información que recopilan las personas durante un periodo más extenso, inclusive por años.
Al respecto, existen una serie de estrategias que ayudan a estimular la memoria, para poder conservar la información y recordarla por más tiempo, sobre todo cuando abundan distintos elementos en el ambiente que son captados por el cerebro.
Lo primero es tener claro que para aprender algo o memorizarlo no basta con exponerse de forma superficial a la información, explica el portal Psicología y Mente, ya que es necesario comprender y aplicar esos aprendizajes a la cotidianidad para que el cerebro entienda la relevancia de conservarlos.
Técnicas para memorizar información más rápido
1. Revisar nuevamente la información
Es más fácil que una información se quede en la mente si se repasa varias veces. De acuerdo con Psicología y Mente, el repetir constantemente los elementos estudiados permite que la memoria vaya recopilando ciertas cosas y empiece a recordarlas, a veces, de forma automática.
Un truco para poder repasar la información de forma más efectiva es fragmentar el material. Según señala Universia, esto es útil ya que la memoria funciona con límites a corto plazo, por lo que poder distribuir y repasar esa información nueva a partir de bloques puede resultar más sencillo.
2. Elaborar resúmenes
Otra estrategia que es comúnmente utilizada por lo estudiantes es hacer resúmenes de las clases, o de cualquier material que estén revisando. De acuerdo con Business Insider, al releer la información y organizarla en un mapa, resumen o cuadro, se está haciendo un ejercicio de comprensión.
Así coinciden los expertos de Psicología y Mente, quienes aseguran que por medio de este ejercicio, en el que se procesa y manipula la información, se está trabajando a nivel mental, lo que favorece no solo su entendimiento, sino también su recordación.
3. Repetir la información en voz alta
Un truco fácil y que suele tener mucha efectividad para conservar los recuerdos por más tiempo es decirlos en voz alta. En este sentido, se puede leer una información de manera repetitiva, pero en voz alta, ya que de esta forma se estimula más de un sentido, involucrando la representación visual, el nivel auditivo y motor.
4. Tratar de explicarle a otros
Similar a las técnicas anteriores, este ejercicio implica manipular y procesar la información para hacerla más clara y poder enseñársela a otro. Por ello, se aconseja realizar una exposición o explicación para otra persona, en la que se emplee el contenido que se quiere recordar.
Al darle sentido a la información adquirida y verbalizarla se estimula una memorización más rápida.
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5. Evitar las distracciones
En el día a día, las personas están expuestas a múltiples factores que pueden captar su atención, lo cual también suele interferir cuando se quiere memorizar algo. Con relación a esto, Universia recomienda establecer un espacio de trabajo, tranquilo y adecuado, lejos de estímulos visuales o auditivos que puedan distraer la mente, como los celulares o el televisor.
De acuerdo con Psicología y Mente, es fundamental contar con un entorno ideal, en el que la persona se sienta cómoda, ya que esto favorece la memorización.
6. Explorar otras perspectivas
Una táctica que puede tener un efecto positivo en la memorización es tomar la información y revisarla desde otras perspectivas; sobre todo identificando cuáles son los métodos de aprendizaje que más le funcionan (visual, auditivo, sensorial, etc.). Lo anterior se debe a que para poder organizar la información de otras maneras se necesita comprenderla, lo cual estimula su recordación.
Ahora bien, con este truco hay que tener especial cuidado ya que puede desviar el verdadero significado del contenido o perderse la línea original de lo que se quiere recordar.
7. Utilizar recursos lingüísticos
Otra recomendación que entrega Psicología y Mente es organizar la información asociándola a metáforas, siglas o acrónimos, que sean más sencillas de recordar. Así pues ese juego de palabras con los conceptos principales puede ayudar a memorizarlos.
8. Elaborar una historia
En la misma línea, una estrategia que puede favorecer el aprendizaje, comprensión y memorización de los contenidos es transformarlos en una historia. ¿Quién no recuerda uno de sus cuentos favoritos de la infancia? Y es que este tipo de estructuras, en las que se encuentran relaciones entre los distintos elementos y hay una narrativa, facilita el proceso para retener la información. Inclusive, puede crearse una única frase, con sentido, en la que se resuma lo importante que se necesita recordar.
9. Establecer conexiones con otros recuerdos
Siguiendo la técnica anterior, otro ejercicio que puede ayudar a almacenar cierta información en la memoria es asociarla con otros recuerdos. Este es un proceso que sucede de forma frecuente en el aprendizaje, conforme se va avanzando en grados -por ejemplo- se establecen conexiones entre los contenidos aprendidos en un curso y los más avanzados que se adquieren en otro. Estos vínculos permiten recordar la información porque se le dota un significado.
El contexto influye
Más allá de una técnica en sí, los expertos de Psicología y Mente señalan que el contexto en el que se aprende cierta información también determina su recordación. De acuerdo con su explicación, algunas condiciones tienden a ser más propicias para conservar un conocimiento en la mente, sobre todo si estas suelen repetirse.
Un ejemplo para comprender este punto, indica el mencionado portal, es que, cuando alguien aprende una información bajo el agua, es más probable que lo recuerde en esa misma circunstancia que en la superficie.