El organismo de las mujeres a lo largo de la vida tiene cambios que generan momentos como un embarazo y la menopausia, por esta razón es importante entender esas etapas y los nutrientes que necesita el cuerpo en cada una de ellas.
Los cambios biológicos en la mujer demandan la ingesta de vitaminas y minerales que son indispensables para el mantenimiento de la salud, principalmente las que se originan de fuentes vegetales como las frutas y las verduras frescas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que comer frutas y verduras es fundamental para la prevención de problemas como las cardiopatías, la obesidad o la diabetes.
La vitamina D es fundamental por su función de absorber el calcio, mineral necesario para el fortalecimiento de los huesos. Este nutriente es esencial para el cuidado de la salud ósea de la mujer durante la menopausia.
Esta vitamina se puede adquirir mediante la exposición a la luz del sol, la alimentación o tomando suplementos alimenticios. “El cuerpo la produce de forma natural tras la exposición solar”, explican en el portal Avogel. El consejo en el mencionado sitio web es tomar el sol entre 20 y 30 minutos unos tres o cuatro días a la semana.
Las setas, la soya y las almendras, son fuentes vegetales de esta vitamina D, además de alimentos como el salmón, las yemas de huevo, los champiñones y la col rizada.
La vitamina A, o retinol es importante para la visión, el sistema inmunitario y la reproducción. Este nutriente se encuentra en alimentos de origen vegetal como las hortalizas y verduras de hojas verdes por ejemplo, el brócoli, espinacas y calabacines; también en las de color anaranjado y amarillo como las zanahorias y calabazas.
El envejecimiento celular prematuro es otra preocupación para las mujeres, para tratar este problema está la vitamina E, la cual protege a las células de la oxidación causada por los radicales libres. Por ello, es importante para el cuidado de la piel.
En la menopausia las mujeres experimentan alteraciones hormonales que favorecen el debilitamiento de la piel, así lo indica Avogel, es por eso que es ideal consumir vitaminas mediante la alimentación. Las almendras, las avellanas, las acelgas o la col rizada aporta la vitamina E, aceites vegetales, como el aceite de germen de trigo también es rico en esta vitamina.
De acuerdo al portal Saluemujer, en alimentos como los los huevos, el brócoli, las espinacas, la soya o el mango se encuentra la vitamina E, la cual también ayuda al “buen funcionamiento del sistema nervioso, la vista y los músculos”.
La vitamina C o ácido ascórbico es fundamental en la producción de colágeno. En las mujeres, el consumo de esta vitamina ayuda a cicatrizar tras el parto. Además de aportar para funcionamiento del sistema inmunitario y a su acción antioxidante, la vitamina C es ideal para el mantenimiento de los huesos. En las fresas, la papaya, el kiwi, los pimientos, el brócoli, la col rizada se puede encontrar altos niveles de este nutriente.
Otra función que aporta la vitamina C es que mejora la absorción del hierro de los alimentos de origen vegetal, por otra parte “contribuye al buen funcionamiento del sistema inmunitario para proteger al cuerpo contra las enfermedades”, indica Avogel.
Expertos indican que en muchas ocasiones el estilo de vida hace difícil la ingesta de alimentos ricos en vitamina C, por eso se recomienda el consumo de suplementos para ganar las propiedades de este nutriente.
Además de las vitaminas, expertos también recomiendan el consumo de minerales como el calcio, magnesio, potasio y el hierro, ácidos grasos omega 3, que también son importantes para el cuidado de la salud en las mujeres.