El cerebro es un órgano de tal importancia que tiene la capacidad de controlar las funciones del cuerpo. Kids Health lo describe como una computadora que se encuentra dentro del sistema nervioso, compuesto de la médula espinal y los nervios.

Su salud se ve beneficiada según el plan de alimentación que se tenga, sin embargo, actividades que ejerciten las capacidades cognitivas son indispensables, para reducir las probabilidades de desarrollar enfermedades mentales como el Alzheimer. Por ejemplo, tal y como lo señala la Clínica Cleveland Women Alzheimer’s Movement, este trastorno se puede prevenir, pero no en su totalidad; sin embargo, algunos hábitos contribuyen en ello.

AARP enumera algunos hábitos que son comunes y se encuentran altamente relacionados con el daño cerebral.

Consumir bebidas azucaradas

El artículo El consumo de bebidas azucaradas se asocia con peores funciones cognitivas en adultos mayores: de la encuesta nacional de examen de salud y nutrición y la base de datos de patrones alimentarios equivalentes, presidido por Chen Chen, asegura que las capacidades cognitivas se ven afectadas con el consumo de bebidas con azúcares añadidos.

Esto sucede porque este tipo de glucosa se eleva en el torrente sanguíneo, afectando la respuesta de la insulina, provocando hinchazón en algunas zonas del cerebro. Por esto es importante reemplazar estos líquidos por unos más sanos como los jugos naturales.

También se pueden reemplazar por alimentos ricos en vitamina D, así lo corrobora la Asociación - Fundación Dany Cerebral Adquirit, que señala que es un nutriente importante que colabora en el funcionamiento cerebral.

Bebidas gaseosas de azúcar | Foto: Getty Images

No dormir

Dormir es uno de esos hábitos que no se le da la importancia que tiene, ya que en él, el cuerpo se recupera y el cerebro se renueva. Cuando una persona no logra conciliar el sueño ni cumplir con el número de horas que recomiendan los expertos (7-8 horas), puede presentar cambios en el estado de ánimo, cansancio, incluso debilidad, afectando las actividades cotidianas. La calidad del sueño es primordial, ya que colabora con el buen funcionamiento del cerebro.

La vitamina D tiene un efecto antiinflamatorio que puede reducir las probabilidades del desarrollo de enfermedades crónicas, que tal y como lo señalan algunos estudios, cuando hay un déficit de vitamina D inician los problemas en el sueño, no solo en su calidad, sino incluso en su cantidad, indica el Instituto del Sueño, en su sede en Madrid.

Consumo de alcohol

Un estudio publicado en Science Daily “Más alcohol, menos cerebro: la asociación comienza con un promedio de solo una bebida al día” de la Universidad de Pensilvania, concluye que el consumo moderado de alcohol puede dañar algunos tejidos del cerebro.

Foto referencia sobre bebidas alcohólicas. | Foto: Con derechos gestionados de Getty Images

La investigación fue hecha con 36 mil adultos, donde se observó la disminución del volumen del cerebro relacionado con la ingesta de licor y con el envejecimiento prematuro, donde se determinó que la masa cerebral disminuyó.

“Cada año se producen 3 millones de muertes en el mundo debido al consumo nocivo de alcohol, lo que representa un 5,3 % de todas las defunciones”, asegura la OMS.

Tener pensamientos negativos

Tener pensamientos negativos constantes no solo son indicadores de depresión, sino también de ansiedad, que de acuerdo con AARP inciden en el cerebro proteínas amiloide, relacionadas con el Alzheimer, explica.

“La depresión es una enfermedad frecuente en todo el mundo, pues se estima que afecta a 3,8 % de la población, incluidos 5 % de los adultos y 5,7 % de los adultos de más de 60 años. A escala mundial, aproximadamente 280 millones de personas tienen depresión”, señala la organización internacional.

Por eso es importante controlar este tipo de pensamientos, y si es posible consultar con un profesional que puede hacer un acompañamiento identificando las causas de dichos comportamientos.