Para nadie es un secreto que la industria farmacéutica se nutre en su mayoría de la madre naturaleza y hay muchas plantas con bondades magníficas, que terminan siendo parte de los medicamentos que se ingieren a menudo para calmar diferentes tipos de dolencias y enfermedades, sin embargo, hay algunas plantas que han adquirido una fama de “peligrosas” dado que sus componentes mal manejados pueden hacer más daño que beneficio.

Sin embargo, sus bondades están y satanizados completamente por no saber usarlas es un error, pues pueden servir de mucho en algunos momentos y solo se necesita un poco de educación para saberlas manejar de la forma correcta, tal como se hace con cualquier medicina o fármaco, pues un medicamento consumido en exceso o sin previsión médica también puede ser perjudicial y en el peor de los casos fatal.

Por eso es pertinente hacer un recuento de esas “plantas de la discordia”, como las cataloga el experto en plantas medicinales y en ecología Jordi Cebrián en el portal CuerpoMente, que pueden llegar a ser muy provechosas y pueden contribuir enormemente al bienestar de la sociedad.

Perilla de flores rosadas. | Foto: Getty Images/iStockphoto

La Perilla

La perilla (Perilla frutescens), más conocida en la gastronomía como shiso, albahaca japonesa o menta perilla en inglés, es una planta de origen asiático muy aromática a la que se le atribuyen propiedades de sedante, antialergénico, antiinflamatorio, antioxidante y diurético, tal como menciona Cebrián.

Se dice que funciona para curar alergias respiratorias e intolerancias alimentarias y aliviar estados gripales y resfriados intensos, sin embargo, se han hecho pocos estudios sobre su eficacia en humanos, por ende es bueno manejar sus infusiones con precaución. Se recomiendan dos al día, pero hay que estar atentos a sus efectos.

Cáscara sagrada

La cáscara sagrada (Rhamnus purshiana), se halló principalmente en Norteamérica y es el mismo espino cerval de Europa, una planta que se le confiere un efecto laxante, purgante e hipocolesterolemiante, según publica CuerpoMente.

Esta planta macerada junto a raíz de malvavisco, semillas de lino y de zaragatona y frutos de alcaravea, todo en agua hervida, sirve muy bien para el vaciado intestinal, sin embargo, no se puede abusar su consumo por un largo periodo de tiempo ni exceso en dosis, pues puede generar cólicos, irritación gástrica, espasmos y vómitos. “No es compatible con otros laxantes, con medicamentos cardiotónicos ni en caso de embarazo o insuficiencia hepática”, dice el portal.

Cimicifuga

La cimicifuga (Cimicifuga racemosa) también es de Norteamérica y tiene propiedades emenagogas, antisudorales, estrogénicas, antiespasmódicas y sedantes, ideales para aliviar los síntomas de la menopausia como nervios, sofocos y sudoraciones nocturnas, dolor de espalda y fatiga. Sin embargo, “los pacientes con trastornos hepáticos, los medicados con estrógenos, con cáncer de mama o riesgo de desarrollarlo, solo pueden tomarla (en infusión) bajo control médico”, declara Cebrián.

Cimicifuga. | Foto: zorani

Lepidio

El lepidio (Lepidium latifolium) es comparado con la mostaza por su olor fuerte y picante, al que se le atribuyen propiedades “diuréticas, antilitiásicas y antiinflamatorias, además de depurativas, antisépticas y analgésicas”, tal como publica CuerpoMente, por eso es buena para prevenir la formación de cálculos en el riñón y además favorece su expulsión. Sin embargo, su uso debe ser supervisado por un médico en el caso de que se sufra de hipotiroidismo o tratamiento tiroideo.

Lepidio. | Foto: Whiteway

Kalanchoe

El kalanchoe (Bryophyllum daigremontianum) es muy común en la jardinería, sin embargo, se han hecho investigaciones sobre su posible propiedad antitumoral, además de “virtudes antiinflamatorias, antibacterianas, antihistamínicas y reepitelizantes”.

Esta se puede usar para mejorar males dentales, en la lengua, sangrado en las encías y para aplacar las dolencias por úlceras gástricas. Sin embargo, los estudios de esta planta como medicamento oncológico han sido pocos, por lo cual esta propiedad no está aún comprobada, menos para sustituir quimioterapias por los licuados de kalanchoe.