La piel es el órgano más grande del cuerpo, un número significativo de personas invierten tiempo y dinero en su cuidado, sobre todo para cuidar y mantener en buenas condiciones la piel del rostro, que es donde se hacen evidentes los primeros signos del envejecimiento.
Los dermatólogos recomiendan tener una rutina de skincare diaria, que no solo evitará la aparición de arrugas antes de lo esperado, sino que cultivara la buena salud de la zona. Tener una rutina de cuidado en la piel del rostro supera la vanidad, ya que hoy en día es una zona donde más se diagnostica cáncer de piel y es crucial la prevención ante el aumento de casos.
De acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, el cáncer de piel, surge cuando hay un crecimiento anormal de las células de la piel; este padecimiento se suele desarrollar cuando la piel se encuentra expuesta al sol.
En la rutina de cuidado es relevante la aplicación de protector solar, este se debe aplicar a diario, incluso cuando se vive en una ciudad de clima frío o cuando se va a estar en casa. La idea es limpiar la piel en las mañanas, para eliminar los residuos que se pudieron alojar en la zona mientras se duerme, esto se puede hacer con algún tónico o agua micelar, posteriormente se puede proseguir a aplicar la crema hidrante, para luego aplica el protector solar.
Es importante mencionar que en medio del afán por no verse arrugas o líneas de expresión, algunas personas suelen aplicarse en la piel del rostro todos los productos que consideren necesarios, sin entender que esto puede ocasionar efectos secundarios; además, pese a que no se desee el envejecimiento, es un proceso imposible de retrasar o evadir. Mejor con Salud, portal especializado en temas de salud, belleza y cuidado personal, explica las consecuencias de abusar de las cremas que se aplican en el rostro.
Consecuencias de usar demasiadas cremas para la piel
- Pérdida de humectación natural: cuando una persona se pone demasiada crema hidratante a diario, la piel percibe que ya tiene agua, lípidos y proteínas suficientes, por ende, con el tiempo es posible que disminuya la producción de compuestos que de manera natural promueven la hidratación de la piel.
- Resequedad: cuando la piel se hidrata de manera excesiva, la piel tiende a resecarse. “Esto se observó en un experimento, donde se aplicó loción a sujetos voluntarios en un solo brazo, durante varias semanas. No obstante, el brazo que estaba sin tratar mostró menos signos de resequedad”, por eso no hay que abusar de los productos para la cara y consultar con un dermatólogo cuáles son los apropiados para cada tipo de piel y solo aplicarlos cuando él lo estipule.
- Piel escamosa: cuando la piel está demasiado resecar tiende a descamarse, como resultado puede haber una pérdida y desprendimiento de la capa más externa de la piel, interrumpiendo así el proceso de regeneración cutánea.
- Piel áspera y agrietada: según diversas investigaciones citadas por el portal de cuidado personal antes mencionado, cuando existe una disminución abrupta de la humedad, sobre todo durante los meses de invierno, es probable que estos procesos contribuyan a la apariencia áspera y al agrietamiento de la piel en las áreas más expuestas (las manos, la cara y el cuello).
- Acné y poros obstruidos: abusar de los productos que se aplican en el rostro puede obstruir los poros por la acumulación excesiva de los residuos de los mismos productos. Esto puede contribuir a la aparición de acné, sobre todo en personas con predisposición al padecimiento.