Seguramente, en alguna ocasión escuchó decir que contraer el abdomen todo el tiempo era una forma de mantenerlo tonificado. Sin embargo, esto podría tener efectos adversos en la salud.
Es importante resaltar que esta zona del cuerpo involucra casi todos los movimientos que hace que se pueda mantener la estabilidad y el equilibrio. Además, este es el encargado de proteger y mantener los órganos de esta parte en su lugar.
Esta es una parte del cuerpo humano que muchos busca mantener tonificada por salud y por estética. Tener el abdomen plano es algo que se busca tener cuando se incursiona en la vida saludable, el ejercicio constante y la buena alimentación. No obstante, este se debe lograr de forma saludable y controlada, por lo que mantener el abdomen contraído todo el tiempo no es una solución para obtenerlo de manera más rápida.
Esta práctica puede causar algo llamado el síndrome del reloj de arena. Este significa un cambio en la estructura de la pared abdominal que puede causar que se forme un pliegue en la mitad de esta zona. Además, en casos más severos, puede tener un efecto en los órganos internos.
Cuando se realiza este movimiento de apretar, se genera una contracción en el “rectus abdominis” , más conocido como six-pack. Al hacer este movimiento, se hace que los músculos de la parte superior se vuelvan más activos, mientras que en la parte inferior es donde se acumula la masa del tejido graso. Estos dos factores pueden hacer que se forme un pliego.
Las consecuencias de contraer el abdomen todo el tiempo y desarrollar el síndrome del reloj de arena
Esta enfermedad tiene diversas causas que la desarrollan, además de meter la panza. Una de estas es la mala postura, pues la espina dorsal cambia su curva tradicional a una especie de letra “S” y esto puede generar cambios en la tensión y en la función de los músculos del abdomen.
Otro aspecto que puede hacer que las personas desarrollen este síndrome es el dolor abdominal por problemas de salud en el estómago, el hígado o la vesícula biliar. Esto sucede porque la persona por las molestias que este dolor le genera puede empezar a contraer el abdomen y esto desarrolla el síndrome de reloj de arena.
La inseguridad del cuerpo también puede ser la causa de que este padecimiento, pues al pensar en la aceptación social y en querer un cuerpo diferente en la personas pueden empezar a contraer el abdomen para sentirse más seguras y el constante ejercicio de mantenerlo puede desencadenar esta enfermedad.
Este síndrome puede causar que se reduzca el espacio disponible para los órganos allí presentes. Por ejemplo, se puede presentar programas al contraer la parte de arriba en el diafragma y si se aprieta la parte de abajo, entonces puede haber problemas en los músculos de la pelvis porque estos sienten la presión que se genera al hacer este movimiento.
Asimismo, se genera una presión en la espina dorsal en la zona pélvica y los órganos involucrados, y hasta en la respiración por la fuerza que se realiza para mantenerlo contraído.
¿Es posible curarse del síndrome del reloj de arena?
El ejercicio y quitarse el hábito de contraer abdomen puede hacer que este síndrome desaparezca. Por ejemplo, practicar pilates, yoga o hacer rutinas que involucren el estiramiento y trabajo del abdomen como puentes puede hacer que esta situación vaya disminuyendo y que este se vaya relajando.
Cabe recordar que la mejor forma de evitarlo es dejando de contraer el abdomen por tiempo prolongado, ir al medico si la razón de apretarlo es estético. Si la causa es la apariencia, lo recomendable es realizar ejercicios que tonifiquen esta zona de manera saludable.