El hígado es el órgano más grande dentro del cuerpo y ayuda a digerir los alimentos, a almacenar energía y a eliminar las toxinas, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Sin embargo, cuando se acumula grasa en el hígado se conoce como hígado graso y existen dos tipos:
1. Enfermedad del hígado graso no alcohólico que no está relacionado con el consumo de alcohol y existen dos tipos, según la biblioteca.
- Hígado graso simple: Hay grasa en el hígado, pero poca o ninguna inflamación o daño en las células del hígado. En general, el hígado graso simple no es demasiado serio como para causar daño o complicaciones al hígado
- Esteatosis hepática no alcohólica: Existe inflamación y daños en las células del hígado, y grasa. La inflamación y el daño de las células del hígado pueden causar fibrosis o cicatrización del hígado. La esteatosis puede causar cirrosis o cáncer de hígado.
2. Enfermedad del hígado graso por alcohol, también llamada esteatosis hepática alcohólica la cual está relacionada con el consumo de bebidas alcohólicas. “El hígado descompone la mayor parte del alcohol que bebe para que sea eliminado del cuerpo, pero el proceso de descomposición puede generar sustancias dañinas”, explicó Medline Plus.
Por tal razón, si la persona tiene el hígado graso una de las recomendaciones de los especialistas es bajar de peso, ya que con esto se reduce la grasa, la inflamación y la fibrosis en el hígado. De hecho, la recomendación de Medline Plus es realizar ejercicio de forma habitual, pues la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda realizar mínimo 30 minutos de caminata moderada. Lo vital es que tenga un gasto energético, lo cual será ideal para perder grasa del cuerpo y del hígado.
Asimismo, si el alcohol es la causa de la enfermedad, la persona deberá dejar de consumir alcohol, pero si necesita ayuda para lograrlo, es probable que deba ver a un terapeuta o participar en un programa de rehabilitación por consumo de alcohol, pero también hay medicamentos que pueden ayudar, ya sea reduciendo sus ansias o haciendo que se sienta mal si consume alcohol.
No obstante, “no hay medicamentos que hayan sido aprobados para tratar el hígado graso. Los estudios están buscando si un determinado medicamento para la diabetes o la vitamina E puede ayudar, pero se necesita mayor investigación”, según la biblioteca.
De todos modos, el portal especializado en salud ‘Mejorconsalud’ señaló que algunas frutas como la manzana sirven para tratar el hígado graso, ya que esta fruta ayuda a limpiar el órgano.
Asimismo, recomendó consumir cítricos, pues esto son ideales para la depuración del hígado y también son buenos para fortalecer el sistema inmunitario, porque son una buena fuente de vitamina C.
Sobre la misma línea, el pomelo o toronja es otra fruta que estimula el hígado por las enzimas que tiene. Además, ayuda a eliminar grasas y toxinas y a descomponer los ácidos grasos que están en el órgano.
Otra fruta recomendada por el portal es el aguacate, pues si se consume de forma adecuada con un buen plan alimenticio, este aporta vitaminas como la A, C, E y B1, y minerales como el calcio, el hierro, el magnesio y el zinc, que ayudan a que el cuerpo humano tenga un buen funcionamiento.
Por su parte, existen otras recomendaciones para mantener este órgano sano y es tener una dieta balanceada y saludable, limitar el la sal y el azúcar. Sin embargo, tenga en cuenta que es importante consultar a un experto para que guíe el proceso, ya que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la composición exacta de una alimentación variada, equilibrada y saludable estará determinada por las características de cada persona (edad, sexo, hábitos de vida y grado de actividad física), el contexto cultural, los alimentos disponibles en el lugar y los hábitos alimentarios.