El dolor de rodilla es un síntoma común que se puede presentar en personas de todas las edades. Una de sus causas es el desgaste del cartílago, también llamado artrosis.
El cartílago es un tejido firme que, a su vez, es flexible, y se encarga de recubrir los extremos de los huesos en una articulación. Permite, cuando está en buenas condiciones, que los huesos se deslicen con facilidad por encima de otros. Cuando está desgastado suele causar fuertes dolores y limitaciones en los movimientos, esto puede ser detonante de una deformidad.
Expertos del portal Mejor con Salud señalaron que para recuperar el cartílago dañado es necesario alimentarse con alimentos con proteínas y varias vitaminas. Entre estos alimentos se encuentran las espinacas y el repollo o col.
Espinacas
Estos vegetales son fuente de magnesio, un mineral que es clave para fortalecer y proteger los cartílagos. “Las espinacas contienen magnesio, mineral que necesitamos para fortalecer y proteger los cartílagos”, reseña la plataforma digital Fisiocrem.
Adicionalmente, un estudio realizado por científicos de la Universidad Nacional de Chonbuk demostró que la espinaca contiene una sustancia llamada kaempferol, que funciona como un antioxidante y antiinflamatorio que fortalece el cartílago y las articulaciones, asegura el portal RunnesWorld.
Las espinacas se pueden consumir en su propio estado, es decir, crudas, de esta forma se aprovechan mejor sus nutrientes y sus beneficios. También se pueden ingerir cocidas. Como todo alimento, su consumo debe ser moderado, sin llegar a un exceso.
Repollo
La col, que contiene más del 90 % de agua, es una verdura de bajo contenido calórico que aporta importantes vitaminas como la A, B y C. Este vegetal ayuda a regeneración del colágeno en las rodillas y en otros tejidos del cuerpo. Su contenido de antioxidantes y vitaminas las convierte en aliados para combatir los signos del envejecimiento y promover una piel más firme y elástica.
Vitaminas
Hay varias vitaminas que tienen la capacidad de regenerar el cartílago desgastado, como la A, C y D. “La vitamina A es uno de los componentes más fundamentales para la salud de los tejidos del organismo, posee propiedades antioxidantes y elimina los radicales libres, que dañan para las células del cuerpo. Para las personas que hayan sufrido de las articulaciones, es importante consumir suplementos que contengan vitamina A”, afirma la plataforma digital especializada Mejor con Salud.
Los riñones, el aceite de bacalao, el hígado, los huevos, los productos lácteos, el melón, los tomates, los pimientos, las toronjas, las zanahorias y la calabaza, son grandes fuentes de la vitamina A.
Por su parte, la vitamina C también “ayuda en la reparación y el crecimiento de los tejidos. Asimismo, es primordial para la producción del colágeno, una crucial proteína cuya principal función es la formación de tendones, venas, ligamentos y cartílagos”, agrega el sitio web.
La vitamina C se puede encontrar, por ejemplo, en alimentos como la naranja, el kiwi, el limón, el ajo, la toronja, la cebolla, el mango, la papaya, la piña, la guayaba, las bayas, los tomates, los pimientos y la calabaza.
Y en cuanto a la vitamina D, esta “es muy importante en la formación de los huesos y de los cartílagos. Se almacena en el tejido adiposo y ayuda a absorber el calcio. Si falta en nuestro cuerpo corremos el riesgo de desarrollar osteoporosis”. Esta se puede obtener tomando algunas horas de sol.
¿Cómo prevenir el dolor en la rodilla y el dolor articular?
El ejercicio es una de las herramientas para prevenir los problemas en las articulaciones. La actividad física “fortalece los músculos alrededor de las articulaciones y les ayuda a trabajar mejor”, indica Medline Plus.
En caso de tener una afección articular, también es la mejor opción para tratar la enfermedad y aliviar el dolor. Se debe tener en cuenta que la actividad física no debe implicar esforzar las articulaciones. “Algunos ejemplos incluyen caminar, andar en bicicleta y nadar. Hacer actividad física también puede retrasar el comienzo de la discapacidad relacionada con la artritis y ayudar a las personas con artritis a manejar otras afecciones crónicas como la diabetes, la enfermedad cardíaca o la obesidad”, señalan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Para las personas que tienen artritis, hacer ejercicio puede preocuparlas, debido a una posible lesión. Para evitar esto y hacerlo de forma segura, los CDC brindan varias recomendaciones:
- Comenzar con poca actividad física y aumentar poco a poco.
- Cambiar la actividad cuando los síntomas de la artritis se incrementen.
- Realizar ejercicios que no lleven a esforzar las articulaciones.
- Hacer ejercicio en lugares seguros.
- En caso de tener dudas, consultar a un doctor para conocer a profundidad cómo se puede realizar actividad física teniendo esta condición.